El 24 de mayo de 2025 fue publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N.º 6.907 Extraordinario la Ley Orgánica del Plan de la Patria de las 7 Grandes Transformaciones 2025–2031, como un esfuerzo de construcción colectiva, fruto de 166 mil asambleas y la participación de casi tres millones y medio de personas. Esta Ley Constitucional contiene un artículo único que establece: “Se aprueba en todas sus partes, para que surta efectos jurídicos y sea de obligatorio cumplimiento en todo el territorio de la República Bolivariana de Venezuela, la Ley Orgánica del Plan de la Patria de las 7 Grandes Transformaciones 2025–2031”. 4f4i2d
En su desarrollo se afirma: “El Sistema de Planes del Plan de la Patria… tiene un horizonte de largo aliento… para construir una sociedad justa e igualitaria, solidaria. Los planes sexenales definen los acentos fundamentales de este proceso de transformación”. Asimismo, se señala: “El Plan de la Patria de las 7T es la construcción colectiva de nuestro pueblo, es la mirada puesta sobre las vivencias, necesidades y el horizonte histórico”.
Desde el pensamiento crítico decolonial que sustenta nuestra concepción de la Salud Mental Colectiva, esta se expresa en el encuentro entre tres grandes dimensiones de la subjetividad humana: el Ser, el Amar y el Tener-Estar. La subjetividad es el lugar donde habita la conciencia, el imaginario colectivo (Castoriadis), el inconsciente colectivo y arquetipal (C. G. Jung), la falsa conciencia (Marx y Engels) y la plusvalía ideológica (Ludovico Silva). Por ello, entendemos la subjetividad como una categoría constitutiva fundamental para comprender los procesos generales de subjetivación, especialmente la subjetivación política.
Lo esencial en nuestra discursividad sociopolítica es considerar desde dónde enunciamos: no solo desde un lugar geográfico, sino epistémico. En tiempos complejos, tempestuosos e imperialistas de la geopolítica global, debemos ubicar el discurso del Plan de la Patria en el marco de las agresiones sistemáticas contra los países del Sur Global, particularmente en Nuestramérica: Nicaragua, Cuba, Bolivia y Venezuela. Más allá de los errores y críticas legítimas a nuestros gobiernos, debemos ejercer la crítica desde el equilibrio sociopolítico y geopolítico, para no hacerle el juego a los intereses imperiales, y honrar la resistencia y la re-existencia de nuestros pueblos como sujetos históricos y colectivos.
El preámbulo del Plan menciona cuatro elementos claves: los intentos de disolución de la República por parte de los “amos del valle” y sus apellidos, la unidad del pueblo como aprendizaje histórico y la construcción de una épica. Aunque coincidimos en esa mirada alternativa, nuestras observaciones críticas apuntan a que no basta recordar estos momentos; es necesario develar los aprendizajes y traducirlos en procesos concretos hacia una Nueva República y un Estado Comunal democrático, social, de derecho y de justicia.
La unidad del pueblo sin formación sociopolítica es insuficiente para lograr las transformaciones profundas. Es urgente revisar cuánto hemos avanzado en la descolonización de la política, más allá del partidismo. ¿Qué conciencia crítica hemos cultivado en el sistema educativo, desde la educación inicial hasta la universidad? Esta debe ser sometida al tamiz estratégico y decolonial de lo político-ideológico, lo científico-técnico y lo ético-moral. Es necesario repensar nuestra praxis como gobernantes, legisladores, servidores públicos y formadores de las generaciones presentes y futuras.
En otro apartado se afirma: “No hablamos de una gestión de gobierno, es una corriente histórica cuyo objetivo es asistir al proceso refundacional de la Patria”. Si asumimos que estamos en una revolución histórica permanente, debemos preguntarnos: ¿qué Estado Comunal queremos construir? Hasta ahora, pareciera que damos la razón a quienes hablan de un “Estado Descomunal” (Margarita López Maya), al reproducir un híbrido que fortalece las estructuras coloniales heredadas. Esto ha generado en el pueblo falsas expectativas sobre las Comunas, muchas de las cuales operan bajo tutela de gobernadores y alcaldes, apoyados por Consejos Legislativos Regionales que amplían la ineficiencia y burocracia del Estado, operando como un Estado profundo que sabotea las iniciativas transformadoras del Gobierno Nacional.
Se han creado estructuras que, en teoría, deberían fortalecer la “siembra viva” de Chávez. Es vital revisar y reimpulsar los resultados concretos en la formación de conciencia crítica y organización comunal. ¿Cuáles son los logros reales de experiencias como la Universidad de las Comunas, las 26 Universidades Politécnicas Territoriales creadas por la Misión Alma Mater, la Universidad Bolivariana de Venezuela o la Universidad de Ciencias de la Salud Hugo Chávez Frías? Urge una reflexión crítica para identificar nudos críticos y superarlos.
La caligrafía del pueblo, escrita con sus sueños y anhelos en el Plan, exige una revisión profunda de la institucionalidad pública. Persisten prácticas heredadas de la IV República. Debemos activar nuevamente las 3R y las 3R al cuadrado, para desmontar el Estado profundo enquistado en las estructuras del poder, y rescatar los fines esenciales del Estado, establecidos en el Artículo 3 de la Constitución: “la dignidad y el desarrollo de la persona… a través de la educación y el trabajo”.
Nos preocupa que en el apartado de Consensos del Plan de la Patria no se mencione la construcción del Estado Comunal, o que se sustituya por la “recuperación del Estado de Bienestar”, una figura propia del capitalismo keynesiano posterior a la Segunda Guerra Europea Intercapitalista, de limitada aplicabilidad en el Sur Global actual.
Finalmente, no creemos necesaria una épica del presidente Maduro. Como mandatario electo por el pueblo, valoramos su preocupación por la protección social y sus esfuerzos por encontrar salidas estructurales, aunque con estrategias discutibles. Reconocemos que las restricciones externas, la geopolítica hostil y las medidas coercitivas unilaterales, obstaculizan el desarrollo de fuerzas productivas que permitan superar el modelo capitalista explotador y extractivista.
La próxima semana presentaremos nuestras observaciones críticas a las 7 Transformaciones.