Los Consejos universitarios presididos por un rector y dos vicerrectores (istrativo y Académico) que comparten los pareceres de la mayoría, que conducen las políticas de las llamadas "universidades autónomas", tales como esas casas del saber: UCV, ULA, LUZ, UC, SB, UDO. Los valores que defienden estos Consejos son los de occidente, porque quienes los integran, casi todos se formaron (en EE UU y Europa), y por tanto acaban defendiendo sus principios y valores civilizatorios. Así funcionan principalmente a partir de la década de los ochenta estas universidades. Hoy han perdido aquel inmenso poder que tenían ante la opinión pública y la conciencia nacional, hoy están severamente anulados y sin norte, producto del papel que asumieron desde que Chávez llegó al poder, embanderándose con los pavorosos y pavosos guarimberos y poderosos agentes gringos. La ULA entre 2002 y 2013, mantuvo una estrechísima relación con la embajada norteamericana, al punto que la "doctora" Gaby Arellano, Nixon Moreno y el abominable cretino de Vilca Fernández, entraba y salían por esa embajada cuando les placía. Nixón Moreno intentó violar con un palo a la distinguido de la Policía, Sofía Aguilar, luego huyó y se refugió en la Nunciatura Apostólica, y hasta allá fueron las máximas autoridades del Consejo Universitario de la ULA, a entregarle el título de Politólogo, aún sin haber concluido sus estudios. Debemos recalcar que la "doctora" Gaby Arellano nunca pudo aprobar una materia en la Facultad de Humanidades donde "estudiaba", pero se convirtió en una gran dirigente estudiantil, conduciendo huelgas de hambre, trancas en la ciudad de Mérida y junto con el otro abominable guarimbero de Vilca Fernández, ambos, llegaron a ser irados por todas las universidades autónomas Y MUNDO CIVILIZADO (SIFILIZADO) DE OCCIDENTE siendo premiados por sus elevados dones de "lucha y resistencia", incluso, puestos por los cielos por el afamado escritor Mario Vargas Llosa. t4g6i

La UDO, por su parte fue desde siempre, una universidad adeca (por antonomasia), por ejemplo, fundada por aquel carcamán de don Luis Manuel Peñalver (ex ministro de Educación) quien disimuló tanto su cultura y su valía. Por otro lado, la ULA, pára no quedarse atrás, acabó otorgándole el doctorado Honoris Causa al mandamás de AD, don Gonzalo Barrios, y lo hizo de mano de otro eminente adeco, el rector don José Mendoza Angulo (ex ministro de Justicia de CAP). La ULA se hizo ultramontana y adeca también. Para superar a la UDO y a la ULA en memeces, la UCV terminó en manos de la mega inculta y ultra-reaccionaria, doña Cecilia García Arocha, la más burda de todas las académicas que quepa imaginar. Y díganme ustedes, el nivel en que cayó la Universidad de Carabobo, bajo la férula de espantosos mediocres, también ultra-derechista, como ese Pablo Aure (de la misma estirpe de María Corina Machado) cuya gesta superior en saber y conocimiento, lo resume en esa ingeniosidad de enviarles pantaletas a oficiales del Fuerzas Armadas.

No hay algo que tenga más fuerza de ley en nuestras universidades que los estropicios que ha cometido a lo largo de los últimos cincuenta años, sin mencionar rectores de la caradura de Edmundo Chirinos, y voy a hablar con hechos. En la ULA, por ejemplo, se hacían jubilados (violando toda norma) como quien reparte agua de papelón, y se presentaron casos en lo que los Consejos Universitarios no supieron luego, qué hacer para que retornaron a sus puestos de trabajo. Por una parte, no se les podía exigir que lo hicieran bajo la figura de "personal activo", como tampoco se les podía abrir expedientes disciplinarios como los que rezan en el Estatuto de Personal Docente y de Investigación. Así pues, por esa tronera legal se colarán también los que vengan detrás, porque ya está sentado el mal precedente. Por ello, no hay capos más criminales que hacen una pasantía por un Consejo Universitario, donde se urden y se sustentan toda clase de desafueros.

"Déjese violar", dice un cartel, "y sea feliz". No indague. Si alguien salta porque no se deja abusar, de inmediato le tildan de anormal, y procuran hacerle la vida imposible. "¿o acaso piensas que no vas a necesitar de alguien en el momento de tu ascenso, cuando requieras una ayuda extra, un ascenso, un permiso remunerado y esa solicitud tenga que pasar por el Consejo Universitario? Acuérdate que estás en la lista de alguien en algún Consejo Universitario. Tú necesitas de afecto, de solidaridad con alguien, y de eso depende tu vida".

No se sabe de dónde proviene esa filosofía incrustada en la tradición y en la experiencia de cualquier universidad AUTÓNOMA... La regla es clara: "Si no te interesa ser universitario coge tus bártulos y vete, pero no intentes dictarnos a nosotros las normas DEMOCRÁTICAS que hemos de seguir. Mide muy bien tus palabras, tus actos. Si alguna cualidad crítica tienes, háznosla saber. Nosotros requerimos enterarnos de cuanto sepas y puedas hacer, pero nada de lanzarte a una tarea dejándonos de lado, y mucho menos atacándonos. Tú entiendes. Tú sabes cómo se eligen las denominadas "autoridades universitarias"; gente que se joroba por ti; es bueno que lo entiendas de una buena vez: tu carrera depende esencialmente de nuestros sacrificios, de nuestra atención. Aquí entras porque tus concursos los estudiamos previamente, y tu ingreso está en nuestras manos. Únete para que puedas enfrentarte con valor, argucia, contra los petulantes y soberbios con aires de probos y sabios que querrán ponerte piedras en el camino... Lo que vale son nuestras leyes, nuestros acuerdos, reglamentos y decisiones y lo tuyo es ponerte a derecho, es acatar. La ley es el voto: la única fórmula que te protegerá en todo. Tú no estás aquí para estudiar ni para saber más, sino para votar correctamente. ¿Somos o no, entonces, demócratas?... Sed buenos, leales, prudentes, y llegaréis a la edad provecta (de los 42 años) el de vuestra jubilación, sin problema alguno, ¡Y NUNCA OLVIDÉIS QUE LA UNIVERSIDAD ES NUESTRA!"

De pelos, perlas y Consejos de Apelaciones… Sí, porque además de su código de honor, tienen muy en alto el andamiaje jurídico para remendar plagios, fraudes en los ascensos, y toda clase de impugnaciones por irregularidades en concursos de oposición. Es el arte de la virguería leguleyérica para la "justa aplicación" de reglamentos y leyes. Es así como se revela un documento en el que el Consejo de Apelaciones mancilla la dignidad universitaria. Mafias que procuran (beneficios personales) en la instrumentación de normas que degraden la disciplina y el ejercicio del conocimiento y de la docencia. Documentos en los que se evidencia lo fácil que resulta demandar a una universidad, de cómo estas prácticas redundan en un oneroso negocio. Se asoma uno a esa creación de empresas para estudiantes que deseen ser suplantados por otros bachilleres durante semestres enteros, con apoyo de abogados especializados en estas prácticas.

En cuanto a los trabajos de ascenso, he aquí el siguiente testimonio del sabio Santiago López Palacios: "Hace cerca de diez años una profesora de esta UNIVERSIDAD DE LOS ANDES vino a solicitarme los nombres botánicos e información bibliográfica de la cedoaria, la cúrcuma, el fenogresco y otras 12 ó 14 plantas exóticas con el fin de elaborar un trabajo de ascenso… Yo le dije que por qué no hacía algo más práctico y más en relación con nuestro medio, y que efectuara su investigación, memoria, ensayo, o lo que fuera con plantas autóctonas, de modo que resultara utilizable por nuestras gentes…. Entonces ella, con amable franqueza, me contestó que no le importaba que su trabajo fuera práctico o no lo fuera, que ya lo tenía planeado así y que lo que le interesaba era su ascenso que estaba retrasado…. Felicitaciones para los que así pueden ascender".