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Debo empezar diciendo, que soy negro de cuna, de sangre y de leche, y que me da arrechera cuando algunos con ese bello color de piel pretenden o buscan negarlo. No soy mulato ni mestizo, zambo o cobrizo, ¡SOY negro, en toda la extensión y profundidad del término! ¡Porque Occidente ha querido que nos desentendamos de nuestro color acuñando esa frase de que Negro es negro y su apellido MIERDA! Soy negro de corazón y mierda para ellos, para los nazis gringos y europeos de pura cepa. Soy NEGRO de alma y sentimientos. Negro, también, de poesía. Negro de cumbes, candombes y rumbas. Negro, además, de los llanos, de donde salieron Domingo López Matute y Leonardo Infante. Negro de música vibrante, de lamentos en cada una de mis dendritas, con la música del tambor en mis entrañas, con todas las ánimas ambulantes, clamores viejos de mis tatarabuelos encadenados, mutilados, aherrojados, escupidos y apaleados. k22p
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Porque yo nací esclavo. Yo, descubrí desde muchacho las llagas que en mí dejaron las cadenas de los traficantes de negros, ¡los malditos negreros ingleses y portugueses!, y durante muchos años las cargué en mis penas, las llevé en mis sueños y temores, y fui descubriendo en muchos rostros, a mis amos, a mis mutiladores, a mis azotadores, y no soy de los que les perdone. Para ellos escribí mi Decreto de Guerra a Muerte el cual pronuncio todos los días: "Esclavistas de hoy y de siempre, contad con la muerte aun aparentando ser humano, aun gritando que perteneces o apoyas a la Corte Penal Internacional y te desgarres, gañote en cuello, diciendo que eres defensor de tus burdos derechos humanos".
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Nunca fui uno de esos negros que un día decidieron cambiar de progenitura por un plato de lentejas, esos que dicen: "Voy a ver cuánto me dan vendiéndome a un blanco o a una blanca". Porque además debo aclarar que en Venezuela no hay blancos ni blancas, eso sería contra-natura. Los blancos o nazis por naturaleza, están en Alemania, en Suecia, Dinamarca, Holanda o Noruega, Suiza, Austria o en los supremacistas gringos. ¿Pero blancos en América Latina? ¡Imposible!
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Conocí al hermano negro Juan Veroes, quien una vez me dijo que su madre (sin duda otra esclava manumitida, con todo respeto) le aconsejaba respetar a los ricos porque gracias a ellos su familia comía. Negros que por el dolor y la esclavitud no les quedaba otra salida que amar a sus amos. Y no sé cuántos siglos más, una parte de la humanidad negra seguirá siendo esclava, amando a sus viles y monstruosos amos. Aquí en Venezuela hemos visto a multitud de ellos amando a María Corina Machado, rezando por ella, pidiendo en los templos que nos gobierne para así "gozar" otra vez de las cadenas. Porque, insisto, hay muchos de nuestra clase que no pueden existir sin sus grillos o cadenas. Además de los negros, existen en nuestra tierra, según lo piratas ingleses, lo cobrizos, un color indefinido que tiene de negro, de indio y para ellos algo de "mierda". De ahí quizás venga la expresión "Negro de mierda", eso de que "Negro es negro y su apellido mierda".
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Hay negros manumisos, o manumitidos que se la pasan toda su vida buscando a su amo perdido, y van y lo buscan emigrando, lo buscan en un capataz o narcotraficante colombiano, en un güero o rana platanera gringo. Todo eso está en mi libro "En busca del amo perdido". Buscando estos negros a un canalla con porte o pinta de negrero, que los adopte. Todavía nos topamos en nuestras vidas diarias a manumisos o manumitidos que deliran por las películas de Disney, esos cuentos de niños lindos y bellos que quedaron sin padres y huyeron de sus casas buscando a alguien les tutele, buscando a un sponsor para así ser libres y dueños de su destino.
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Y vean todos esos negros que huyeron de la "dictadura chavista" que ahora están temblando en el Norte. Miren cómo llora el general negro Cristopher Figuera en su madriguera de turno en Florida. Miren cómo está chillando la mulata Helen Villalonga, mentirosa y delincuente, quien dice que a todos los "presos políticos" en Venezuela el "régimen" los viola con palo y fusiles. Ahí está el negro y terrorista José Antonio Colina plugando a Dios que no lo deporten. La Helen Villalonga ruega diciendo que está decidida a arrastrarse todo lo que le pidan los gringos con tal de no salir de allí, ella que junto con José Antonio Colina hicieron campaña a rabiar a favor de la candidatura de Trump.
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Pero cuántos negros en este continente que se andan arrastrando tal vilmente ante sus amos, negros como Arturo Mcfields Yescas quien llegó a ser representante permanente de la República de Nicaragua, con rango de Embajador Extraordinario y Plenipotenciario ante la Organización de Estados Americanos (OEA). Un negro que traicionó a su país y se entregó en brazos de la CIA. Un negro que corrió a buscar su plato de lentejas a Washington y se vendió al narcotráfico como lo hizo el otro negro venezolano Clíver Alcalá Cordones. Hoy a Arturo Mcfields Yescas lo llaman en Judas Negro, y este Judas se fue por el mundo a decir que el gobierno de Ortega comete crímenes contra el pueblo de Nicaragua, simplemente porque los Yanquis le pagan. Escribe Stanlin Vladimir: "El 19 de abril del año 2022 Arturo Mcfields recibe un trato especial que no se le da a los Nicaragüenses honestos que llegan a EE.UU. Buscando el sueño americano. Mcfields era recibido en el Departamento de Estado de los Estados Unidos, nada más y nada menos que por el Subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental Bryan Nichols, el cual lo abrazó y lo felicitó por la "misión cumplida" y le dio la noticia que a él y a su familia les otorgarón sin ningún atraso burocrático el Asilo Político. El encuentro entre Nichols y Mcfields fue una reunión entre dos negros, con la excepción que uno era el negro dominante y el otro el negro sumiso".