El gran carajo de Páez se hizo el loco, y en secreto celebró el crimen de Berruecos… histórico! 5nq3l

1- Vamos a hablar de las múltiples muertes que sufrió Sucre antes de aquel horrendo Crimen de Berruecos… Está sobrentendido que la nueva generación de colombianos, o mejor dicho de neogranadinos, poco sabe de Sucre, a tales niveles se encuentra la ignorancia histórica en ese país. Bueno, es tanta la ignorancia, que nadie dijo nada cuando el cocainómano Iván Duque (hijo putativo del otro drogómano Álvaro Uribe Vélez) durante su mandato, dijo voz en cuello, hablando de los Padres Fundadores de su República, que quienes habían logrado la independencia de Colombia eran George Washington, Thomas Jefferson, John Adams, Benjamin Franklin, Alexander Hamilton, John Jay… la droga ha trastocado para siempre las neuronas de los neogranadinos, al punto de que ya allí nadie sabe quién los independizó. 6c541r

2- A Sucre los asesinaron el 4 de junio de 1830, pero ya previamente Santiago Mariño junto con Páez le habían dado unos cuantos balazos, cuando el Mariscal se acercó por la frontera de Cúcuta, con la intención de reconciliar venezolanos y neogranadinos. Iba en una comisión nombrada por el Congreso, todavía Grancolombiano en una verdadera misión imposible. En los preparativos de la instalación del Congreso irable; el 20 de enero de 1830, Sucre fue elegido presidente del Congreso. El 27, el Congreso emitió una resolución por la cual se resolvía mantener la integridad de la Gran Colombia. Había un sentimiento generalizado de que la vida del máximo héroe, ¡Bolívar!, estaba a punto de expirar. La verdad era que para quien viera el debilitado aspecto del Libertador, sus ojos caídos, su delgadez escandalosa y su semblante triste y apagado, se imaginaba que no llegaría al mes de marzo.

3- El Congreso irable, comenzó a nombrar comisiones para resolver los grandes males, sobre todo en la materia relativa a las pretensiones de Páez, de modo que en un último gesto de reconciliación se nombraron a Sucre y al obispo de Santa Marta, don José María Estévez, para tratar con los agentes del bandido de Páez. Salió Sucre hacia Cúcuta, el 17 de febrero. Unas cuatro semanas duraron estas negociaciones, en la hacienda Tres Esquinas, en la Villa del Rosario, propiedad del general Urdaneta. El general Santiago Mariño, jefe por el bando venezolano en las negociaciones, llevaba órdenes expresas de Páez de no llegar a ningún acuerdo, aunque se aceptase como condición para ello, la expulsión de Bolívar del territorio colombiano. "División o nada" era la divisa de los agentes venezolanos. Aquí hemos de decir, que el trato dado al más grande hombre de Venezuela después de Bolívar, el vencedor en Ayacucho, el genio militar más grande del continente, pone de manifiesto el alma miserable, baja, torpe, infinitamente despreciable de propio Mariño y de Páez. Esta fue una de las muertes más horrendas que sufrió Sucre en su vida. Luego de aquel frustrado encuentro con las huestes del infame y rastrero Páez, con la consabida calma, y el sentimiento secreto de que ya nada salvaría a la patria, Sucre emprendió regreso a Bogotá. Debemos recalcar que Páez era un ser horriblemente ladino y receloso de su poder en Venezuela, y después de 1830, más nunca lamentó ni conmemoró ni recordó a Sucre. Lo ignoró completamente, y no sólo eso sino que luego tuvo una relación cordial con sus asesinos, con Santander, José María Obando y José Hilario López.

4- El más horrendo de los asesinatos en América, ocurriría en Berruecos, un crimen producto de la inquina del partido controlado por Santander. Que su muerte desdibujó para siempre el mapa de la Gran Colombia y consolidó al grupo liberal que habría de gobernar a la Nueva Granada casi dos siglos; que la impunidad de este asesinato fue la causa de las más espantosas guerras civiles padecidas por Colombia.

5- Pero aquí en Venezuela también fuimos inconsecuente con Sucre durante casi dos siglos. En 1983 en Cumaná, no había ni un sólo archivo para investigar la vida de Sucre. Los estudiosos de la historia que acudían a aquella ciudad en busca de información se llevaban los peores chascos. En ningún institución educativa o biblioteca del estado, por ejemplo, se encontraban los trabajos de Juan Bautista Pérez y Soto, de Antonio José Irisarri, los análisis de Ángel Grisanti, las Memorias de José María Obando o de Hilario López, las Memorias Histórico-políticas de Joaquín Posada Gutiérrez, ni mucho menos los seis volúmenes sobre la Revolución y el Diario Político de la José Manuel Restrepo.

6- Este desconocimiento sobre la vida y obra de Sucre, lo sufrí personalmente durante un año que viví en Cumaná, entre 1981 y 1982. Sobre Sucre, entonces, en Cumana, no se sabía nada sino apenas un pleito terrible acerca del lugar donde supuestamente había nacido (lo cual, creo, aún no se ha dilucidado). Un día le pregunté a un conocido escritor cumanés: "-Por qué, tanta incuria aquí sobre el estudio de Sucre, y en ese sentido, me dijo a boca de jarro: "-Tú debes saber, José, que sobre Cumaná pesa la maldición del Gran Mariscal". Una expresión que resumía terribles historias, que escapan al propósito de esta nota.

7- ¿Quién entonces, en Cumaná, investigaba sobre el Crimen de Berruecos, convertido por muchos canallas politiqueros en el hecho político "más rentable del siglo XIX"? Fue parte de la evolución del liberalismo granadino y venezolano, del que sacaron provecho, no sólo Santander, sino también Juan José Flores, José María Obando, José Hilario López y el propio Páez. A causa de este crimen, pudieron ser presidente de la República Juan José Flores (en Ecuador); Santander, José María Obando, José Ignacio Márquez y José Hilario López (de la Nueva Granada), y lo volvemos a recalcar, el mismo Páez, quien en vida nunca quiso recordar a Sucre, pues como se sabe, la muerte de Sucre benefició su posición abominable y traidora contra el Libertador, contra la patria. En ninguna comunicación oficial ni privada de Páez, jamás habló de la muerte de Sucre como un crimen. Y es muy probable que cuando conoció de este infausto suceso, lo celebrara, como poco después fue celebrada la muerte de Bolívar.

 



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José Sant Roz im3s

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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