La “Operación Guacamaya” en boca de María Corina Machado fue de gran “complejidad”, “diseñada con tanta precisión” y “perfección” que dio como resultado la liberación de los apertrechados en la embajada de Argentina en Caracas, de su partido político Vente Venezuela, acusados de terrorismo y traición a la patria. 3r1t2p
Cuando se le piden detalles sobre la mecánica operativa, responde que fue una coordinación con la comunidad internacional y el gobierno de Donald Trump, dando a entender que fue un trabajo de injerencia extranjera sobre la humanidad de un pobre país bananero, como parece rematar Marco Rubio cuando declara que fue un “rescate”, una “extracción”, para acariciar términos utilizados en acciones de comando hollywoodense. En palabras de la opositora, tanto mayor es el éxito de la extracción cuanto mayor fueron los niveles de custodia de la embajada, muy próximos a los del Palacio de Miraflores, en sus palabras.
Diosdado Cabello, ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, declara que los personajes salieron como fruto de una negociación, revelando que uno de ellos, Claudia Macera, ya se había escabullido en agosto de 2024 con apoyo de un delincuente actualmente detenido, sin que la misma prensa de derecha tuviera conocimiento de ello. Disfruta con la insinuación de que fueron unos héroes marines que penetraron al país desguarnecido. El hecho es que todavía no ha salido el primer marine presumiendo de la proeza, lo cual sorprende en un guion escrito para la espectacularidad de las redes sociales.
Esta “exitosa” operación de invisibles marines contrasta con los de carne y hueso que sí participaron en la “Operación Gedeón” de 2020, capturados por pescadores no obstante ser veteranos de guerra con experiencia en Irak y tener el apoyo de militares disidentes venezolanos, caídos estos últimos en los enfrentamientos de la incursión, concebida para derrocar a Nicolás Maduro. No deja de sorprender que una operación de mayor monta como ésta, con soldados de verdad, haya fracasado en comparación con aquesta otra de la Machado, “triunfadora”, hecha con soldados de mentira.
En todo caso, para el supuesto de que haya sido una operación de la CIA desarrollada en tierra venezolana para extraer “rehenes”, facultado queda el gobierno de Venezuela entonces para rescatar a los inmigrantes presos por Trump y Nayid Bukele en las cárceles de El Salvador.