"El precio de desentenderse de la política es ser gobernado por los peores hombres". 216ly
Platón.
Cuando Robert Armstrong, columnista del "Financial Times", definió en su artículo del 2 de mayo de 2025, como "TACO TRADE", para describir la tendencia de Trump de anunciar aranceles extremos y luego retractarse ante la presión del mercado, se estaba refiriendo solamente a los aspectos financieros. Sin embargo, cuando hacemos un paseíllo, nada extraordinario por sus actuaciones generales en otras áreas, nos damos cuenta de que tal comportamiento es similar. Debo confesar que, en cuanto tomé conocimiento de la expresión, como muchos, pensé que se trataba de una vinculación con alguna referencia gastronómica con los manitos del norte, los mejicanos. Luego, al averiguar un poco más, me enteré de que la expresión es un acrónimo derivado de las siglas en inglés. "TACO" significa "Trump Always Chickens Out" ("Trump siempre se acobarda").
En una rueda de prensa, realizada el 28 de mayo de 2025, un periodista le hizo ver la imagen evocatoria de los tacos mejicanos, algo que choca contra su retórica antinmigrante, e imagino que también llevaba consigo, por parte de su creador, una carga de ironía intencional, y nuestro personaje anaranjado se molestó muchísimo, argumentando que "es negociación, no cobardía", además de un modo de defensa estratégica, ya que sus amenazas son tácticas de negociación. "Fijo un número ridículamente alto y luego bajo un poco; sin el arancel del 50%, la UE no estaría negociando".
Otro ejemplo importante de este tipo de acciones lo evidencia de manera clara su comportamiento con China, con la cual, sí se evidencia de manera determinante su cobardía.
Ante las cámaras de los grandes medios de comunicación del mundo, exigió que le "besaran el trasero" para empezar a negociar la reducción de aranceles; Sin embargo, su superobjetivo, el gran dragón, se limitó a colocar nuevos aranceles a los productos de empresas de los Estados Unidos, y dijo que no era el modo de negociar con China. Ahora bien, la aplicación del mecanismo del "Taco trade", la cual comporta tres momentos, a saber: Amenazas, pánico y retrocesos, es una práctica además de inmoral, perversa, porque está diseñada para beneficiar a las élites. El mismo, es patrón de ciclo predecible, que es aprovechado por grandes inversores de Wall Street. Primero realiza un anuncio agresivo: Trump amenaza con aranceles elevados (ej.: 145% a China, 50% a la UE). Segundo: Pánico bursátil: Los mercados caen por temor a guerras comerciales y desaceleración económica. Tercero: El sinvergüenza pospone, reduce o elimina los aranceles tras negociaciones o reacciones del mercado. Los mercados repuntan, y quienes compraron durante el pánico (sus amigos) obtienen ganancias rápidas.
Esta estrategia de esquilmación se denomina "Comercio de tacos".
Existen grandes líneas que debemos observar en el ejercicio del poder, y que su deterioro impacta directamente la sociedad interna y mundial: Las decisiones gubernamentales sin ética son nocivas, desde la corrupción hasta la manipulación de instituciones, como pretender hacer con la Reserva Federal. Analistas como John Hardy (Saxo Bank) advierten que, pese a los retrocesos, el proteccionismo de Trump representa un "cambio estructural" en la política económica de EE.UU. Las instituciones fundamentales del modelo capitalista están siendo implosionadas por la falta de valores en el gobierno, lo que erosiona la confianza ciudadana, polariza la sociedad y desintegra el tejido social. Un buen ejemplo lo representa el hecho de presenciar por la Mass Media mundial y redes sociales el enfrentamiento con uno de sus socios más importantes, como Elon Musk, que apenas comienza y que inició con dejar en evidencia lo que ya todos sabíamos: el comportamiento inmoral del presidente Trump con sus relaciones con el pedófilo Jeffrey Epstein.
Cuando colocamos la lupa en lo interior de los Estados Unidos ya los efectos del Taco Trade sobre su sociedad, podemos sin duda relacionar la falta de ética con el debilitamiento de economías locales, el empobrecimiento masivo y la concentración del poder en élites privilegiadas, lo que en sí representa un elemento más en el caldo de cultivo para hacer efervescer a una revolución que está en latencia.
Este asunto que hoy nos llama atención la sería un chiste, si no fuera porque esta política la ha venido aplicando desde su anterior istración, en un campo que no es el de golf, en una apacible tarde californiana con sus amigos y socios de negocios, donde se pueden dar el lujo de hacer triquiñuelas golfísticas, que no tendrán más efectos para ellos que la pérdida de una bagatela, de unos cuantos millas de millones de dólares que pasarán de mano en la próxima jornada.
El asunto cobra importancia cuando se pretende aplicar esta práctica en el orden geoestratégico mundial. La extrapolación del patrón "Taco trade", aunque con riesgos y consecuencias más complejas, motivada a que allí existan dinámicas geopolíticas menos predecibles que los mercados. Son muchos los ejemplos de este "estira y encoje" de la política trumpista: Corea del Norte (2017-2019), cumbres con Kim Jong-un (2018-2019), OTAN (2018-2020), Irán, China, Rusia, entre muchos otros.
Esta gallina histérica e incoherente tiene en su gallinero un "teatro negociador". En el que busca mostrar "fuerza" inicial para extraer concesiones, pero, sin embargo, el riesgo de cometer errores es más peligroso: Una amenaza militar mal calculada puede detonar conflictos. Cada giro erosiona la credibilidad de EE.UU. y acelera la multipolaridad (ascenso de China/Rusia como contrapesos), lo que es muy conveniente.
Una expresión que resume esta situación a la perfección la dijo uno de ellos, el exasesor de seguridad teniente general retirado del Ejército de los Estados Unidos Herbert Raymond McMaster, quien afirmó: "Trump ve la política exterior como un 'reality show': el drama atrae audiencia, pero el guion no tiene final". Y además es impredecible, agregaría yo.
Ojalá nos vaya bien.
Sean felices, es gratis.
Paz y bien.
Desde "La Gruta", en el día de San Miguel de los Santos, quien, sintiendo curiosidad por la religión, se escapó de casa y se refugió en el Macizo del Montseny, con el objetivo de hacer vida como ermitaño, del dos mil veinticinco.