La educación en sus inicios marcó un hito trascendente en la sociedad contemporánea, indiscutiblemente, en la forma cómo influyó en las cuestiones políticas e institucionales de los pueblos a través de diferentes épocas. Todas esas horas fueron alimentadas por la ambición de conquistar el poder por parte de regiones que se consideraban hegemónicas sobre otros territorios vulnerables, o también podría decirse, para subyugar a la población conquistada, a través de actos insolentes en vías de apoderarse de sus riquezas y modificar los modos de vida de aquella gente. Todo esto conllevó, por naturaleza humana, a la preparación colectiva de los individuos conquistados, en el sentido de formarlos como guerreros para vencer para triunfar frente al opresor. Es así, como van dimanando las estrategias y métodos para la formación y educación de los niños, especialmente, en los pueblos espartanos. Con el tiempo fue adquiriendo una concepción militar. 2l4a25
Si bien es cierto que, aquella formación del guerrero contribuyó a la defensa y protección de la población, no es menos cierto que más adelante debuta la civilización ateniense, impregnada de un desarrollo cultural más sostenido, estableciendo una democracia con instituciones sólidas. Entre esa amalgama de civilizaciones, de lo combativo a lo pedagógico, van esgrimiéndose los contextos para la defensa de los pueblos, de una manera más sistematizada, apartando un poco los métodos primitivos que fueron utilizados al comienzo, resultando así los fundamentos militares, preparando organizadamente las instituciones para tal fin, utilizando los métodos progresivos de la fuerza para contener, neutralizar o eliminar a las victimarias. Todo lo señalado, era organizado a través del Estado y sus entes gubernamentales, para dirimir la agresión extranjera. De esta forma, taxonómicamente, fueron emergiendo los conceptos de Militaridad y Militarismo.
Ahora bien, ¿cómo se digiere eso de militaridad y militarismo? En el primer vocablo, aunque éste no se encuentra acuñado en el Diccionario de la Real Academia Española, se presentan diferentes apreciaciones, desde varias fuentes de consulta. Una de ellas se refiere a la descripción de una persona que tiene formación o comportamiento militar, o a un objeto o institución que tiene una naturaleza militar en una determinada sociedad. No deber confundirse con militarismo. El significado puede estar ubicado, en varios contextos, uno de ellos puede ser el que va referido a la cultura, los valores y las prácticas que asocian con la vida militar y el entorno castrense. Uno de sus caracteres "en su dimensión social es estrechar un canal idóneo para estrechar y/o mejorar las relaciones entre la orientación militar y la intencionalidad de los valores nacionales favoreciendo una mejor comunicación fomentando los valores". Sayegh y Aguana. (2015).
Por otro lado, el militarismo, según la Real Academia Española lo trae registrado, y lo define así: "Preponderancia de los militares, de la política militar o del espíritu militar de una Nación. Modo de pensar de quien propugna dicha preponderancia". Como puede evidenciarse, no deja una definición, verdaderamente clara, cuando intenta establecer concreciones en sus propósitos. De igual manera, Ossorio, Manuel (2000), nos presenta la definición de la siguiente manera: "Predominio de la clase militar en el gobierno de un Estado. Es un concepto absolutamente incompatible con los sistema rectores de un Estado de Derecho. De ahí que los gobiernos militares tengan siempre su origen en un golpe de Estado y sean, en consecuencia, inconstitucionales e ilegítimos, a menos de constituir el tránsito leal de una tiranía a una democracia". Esta argumentación se traslada más hacia la autoridad militar con énfasis sobre la población no militar o la sociedad civil.
Como colofón, las explicaciones anteriores nos dan un reflejo que los términos Militaridad y Militarismo, aunque tienen cierta similitud, no están dedicadas a expresar lo mismo, con la consiguiente interpretación de que una se refiere a las perspectivas pedagógicas y didácticas en un orden epistemológico y praxiológico en todo el proceso de formación de los militares de hoy día, en aras del nacimiento de una Pedagogía Militar, con la capacidad para aportar soluciones a tantos de los problemas educacionales militares de la región. Desde mi óptica, es significativo señalar que los conocimientos científicos, técnicos, que vayan a la vanguardia del progreso de los pueblos no pueden desvincularse de la materia militar. Para ello, considero necesario reestructurar, modificar y reemplazar los procesos de aprendizajes y desaprendizajes en las universidades y las instituciones de tipo militar, siempre ajustada y equilibrada a los nuevos desafíos sociales, culturales, políticos y económicos, de ahí la disimilitud de Militaridad versus Militarismo.
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