Elaboro la expresión "laberinto epistemológico" para referirme a las situaciones en que estamos inmersos y hay varias teorías explicativas, pero ninguna ofrece una salida válida, por lo que estamos siempre dando vueltas. Hay una situación peor que es usar una puerta de salida o escape, según se quiera, pero que conduce a otro laberinto, aun mas desconocido. 254y2
Estas situaciones ocurren cuando se confunden las teorías con la realidad, las ilusiones con las teorías, los deseos con la ideología, la falta de personalidad con el profesional. Bueno son muchas las causas que conducen a caer en un laberinto epistemológico, donde además cada quien en su propio laberinto considera que el si tiene la solución. Así no se consigue una solución más o menos viable.
El laberinto epistemológico representa una incoherencia del conocimiento, múltiples teorías intentan explicar una realidad, pero ninguna ofrece una conclusión definitiva. Es un espacio donde el pensamiento gira en círculos, módulos, circuitos, atrapado entre interpretaciones que compiten sin resolver el problema subyacente.
En estos casos, cada marco conceptual parece acercarnos a una respuesta, pero al final nos devuelve al punto de partida, generando una sensación de avance ilusorio, pero es una situación en la que al caer no nos percatamos que estamos perdidos entre teorías o planteamientos aparentemente contradictorios. Un razonamiento típico que lleva al laberinto epistemológico es, por ejemplo la idea, de no entender la importancia del ahorro, porque en un primer momento los empresarios y comerciantes no tienen como vender.
Este fenómeno se manifiesta en muchas áreas y actividades como la economía, la política o la filosofía, donde los modelos teóricos ofrecen diagnósticos, pero su aplicación resulta insuficiente para explicar o transformar la realidad, pero que nos quedamos convencidos por la excelencia de la escritura del autor.
Asi tenemos que los países en crisis quedan atrapados en discursos que justifican el estancamiento, sin vías explicativas y efectivas para romper el curso de los acontecimientos.
La solución no es fácil, pues estaría en reformular las preguntas, trascender paradigmas establecidos y construir marcos que no solo expliquen, sino que ofrezcan herramientas para la acción, realizar una ruptura conceptual, no solo una nueva vuelta dentro de sus muros.
Creo que el problema sin solución está en que no se consideran, consciente o inconscientemente, todas las variables, o simplemente se las menosprecian o peor aún no se comprenden.
Y es que cuando las soluciones no logran romper el ciclo del laberinto epistemológico, suele ser porque el análisis excluye variables cruciales o las simplifica en exceso, por limitaciones metodológicas o sesgos estructurales, e inclusive por posiciones personales de los políticos o los técnicos que manejan la situación laberíntica, se priorizan ciertos factores mientras otros quedan relegados, lo que impide alcanzar una salida real y efectiva, y ese es el laberinto: ¡vénganse esta es la salida, no es pero estamos cerca, hagamos otro esfuerzo.! Y así se sigue.
¿Países que actualmente considero que se encuentran en un laberinto epistemológico? Europa que ante la situación con Rusia no ven otra solución que la guerra. Otro país es Argentina, que con gran inversión mediática proyecta un grotesco y opresor líder efectista que no valora la pobreza a la que está llevando la población de su país, sin darse cuenta que está encerrado en el laberinto epistemológico que el mismo creó.
Otros que se encuentran encerrados en laberintos epistemológicos sin salida viable, nosotros, Venezuela y todos los países pobres y dominados que se encuentran encerrados en las ideas económicas de los paises imperialistas y que nos aplican y con las que nos miden los organismos internacionales, las cuales son elaboradas para contextos y realidades muy distintas a la nuestras. Para salir de este laberinto epistemológico de los libros y la academia imperialista es necesario elaborar nuestros propios planteamientos y soluciones. Esos nuevos planteamientos deben fundamentarse en el ahorro nacional como creador de capital, inversiones y el financiamiento del desarrollo social que queremos.
Así las recetas para el desarrollo suelen ignorar elementos sistémicos como la estructura productiva local o las relaciones de poder globales. En filosofía y política, los enfoques que intentan resolver problemas estan atrapados en dicotomías falsas, sin considerar las alternativas de nuestras características.
Para salir del laberinto, no basta con acumular más datos dentro del mismo marco conceptual: hay que modificar el marco mismo, incorporar variables antes ignoradas y cuestionar los supuestos sobre los que se construyen las soluciones.
Si parafraseamos al señor que nos fundó, diríamos que con los laberintos epistemológicos nos han dominado más que por la fuerza.