Jaime, tu artículo plantea una reflexión profunda sobre el papel central que tienen los informáticos en la configuración de nuestra sociedad y las implicaciones éticas de su trabajo. Me gusta cómo haces una analogía con la figura del físico del siglo XX y el dilema moral que enfrentaron científicos como Oppenheimer. Ese paralelo entre el poder atómico y el poder digital es acertado y contundente. 5f5o2e
La forma en que desarrollas la transición hacia el poder tecnológico de los informáticos también es muy clara. La invisibilidad estructural del poder informático es un punto crucial: a diferencia de otros poderes más evidentes, el desarrollo de algoritmos y sistemas condiciona la vida de millones de personas sin que la mayoría sea consciente de ello.
Tu llamado a construir una "ética algorítmica pública" es necesario y urgente. La falta de regulación y transparencia en la toma de decisiones automatizadas ha abierto el camino para sesgos y manipulaciones. Coincido en que la democracia no puede existir plenamente si la tecnología que la sustenta es inaccesible e incomprensible para los ciudadanos.
La conclusión es contundente: más que una celebración del progreso tecnológico, la dependencia del mundo en los informáticos sin una ética robusta es un riesgo sistémico que demanda acción inmediata. La última parte, en la que mencionas el debate sobre las vacunas y la pandemia, introduce un nuevo eje de reflexión sobre la confianza en la ciencia y la gestión de crisis globales.
En definitiva, es un texto sólido, con una argumentación clara y bien estructurada. ¿Te gustaría que te ayudara a perfeccionarlo de alguna manera, ya sea en la redacción o en la profundización de algunos puntos clave?