Pepe Mujica tuvo el poder para vencer al poder, para no sucumbir ante las mieles del poder. No necesitó un pelotón de escoltas ni un tren de camionetas y hasta ambulancias en su caravana presidencial, mucho menos colapsar la ciudad para que esa caravana transitara de un lugar a otro. Tampoco requirió exhibir relojes y anillos costosos. Difícil verlo en flux y encorbatado, tanto como opositor como siendo presidente. El actuar de Pepe Mujica fue coherente con su pensar. Venció al poder porque el poder no lo venció a él, como sí ha vencido a tantos y tantos que han hablado como candidatos en términos progresistas y después se han rodeado de todos los privilegios que tanto criticaron en su pasado. No. El Pepe tampoco requirió Palacio presidencial para gobernar, demasiado lujo declaró en más de una ocasión. Prefirió su modesta casa junto a su Lucía y sus mascotas, junto a sus árboles. Allí pisaba la tierra misma. 1y4g4
Mucho hablamos de Mandela, y siempre habrá que hablar de Mandela como ejemplo de reconciliación, de torcer los dolores del pasado, de su voluntad de superar cualquier rencor y pactar con sus carceleros y torturadores para el bien común. Mandela tuvo el poder de vencer al poder. Pero también el Pepe venció las tentaciones del odio. Sus políticas se dirigieron a la superación de la pobreza (se redujo del 18% al 10% en cinco años), al reforzamiento de la salud y la educación pública, a la búsqueda de encuentros para retejer un país transido por la brutalidad de los gorilas del cono sur y las graves equivocaciones de una desesperada guerrilla. Mandela es ejemplo y referente ético, Mujica también. Fueron dos personajes que realzaron el oficio de la buena política. Llegaron desde la violencia y fueron violentados, construyeron paz. En estos tiempos, cuando tantos mandatarios generan náuseas, estamos sedientos de estos referentes que engrandecen la política, que dignifican la política.
En decenas de entrevistas, disponibles en YouTube, nos dio a conocer su forma de ser. En una de ellas, la que le hizo Jordi Évole durante su último año de mandato, declaró: “Es raro como viven los presidentes. La gente no vive como los presidentes, salvo las minorías.”. En otro pasaje, en el que Évole le pregunta si su forma modesta de vivir y de manejar un escarabajo no será más bien una forma de “marketing” (mercadeo) electoral, responde que si fuese así entonces ha llevado toda su vida haciendo dicho mercadeo. ¿Cómo ha logrado su gobierno reducir la pobreza?, le pregunta el periodista. Con políticas redistributivas del Estado y haciendo funcionar el capitalismo, generando condiciones de seguridad de inversión, pero rechazando el capitalismo especulativo, responde. Superando el infantilismo, que es confundir deseos y realidad, agrega.
La Deutsche Welle (DW) generó una serie de podcast con el Pepe, “El mundo según Pepe Mujica”. En esta serie, también disponible en internet, expuso una conciencia ambiental como pocos, una visión democrática amplia, una sensibilidad social a toda prueba. La BBC londinense publicó ayer (https://aporrea.sergipeconectado.com/mundo/articles/cvgmg23j7d5o), el día de su partida física, diez frases célebres suyas. Me parecen todas brillantes. Cito dos de ellas, que tomo para mi en su plenitud:
"Van a envejecer y van a tener arrugas, y un día se van a mirar en el espejo y tendrán que preguntarse, ese día, si traicionaron al niño que tenían adentro"
“No quiero llamarnos América Latina porque no somos solo descendientes de latinos: somos descendientes de negros, de pueblos indígenas, de asiáticos; somos descendientes de todos los pobres y perseguidos del mundo que vinieron a América a soñar con un porvenir.”
Ambas frases de su discurso en el Congreso de la Unión Nacional de Estudiantes de Brasil, de julio de 2023. ¿Hemos traicionado a nuestro niño? Hay que preguntarse eso, aunque sea una vez en la vida. La segunda recuerda al maravilloso discurso de José Vasconcelos “La raza cósmica. Somos la raza que reúne a todas las razas. Muy probablemente Petro alude a esta frase de Mujica cuando publica su pesar por su partida y expresa su deseo de que algún día esta parte sur del continente se llame “Amazonía”. Lo importante, en todo caso, es la voluntad de reconocer nuestra hermosa diversidad, tan hermosa como la diversidad de la propia selva amazónica.
En estas horas llueven homenajes al Pepe. Hasta el líder del PP español, aunque de modo bastante torpe, lamenta el fallecimiento. Pero habría que decirle a nuestros políticos que hoy veneran a Mujica que el mejor homenaje que pueden hacerle es emularlo. Vuela alto amigo.