Aquí les vamos a mostrar porque los poderosos estadounidenses son los seres más bellos de la tierra, los más chic, encantadores y dulces, incluso cuando arrestan a un niño lo esposan, cuando a porrazos les partes los vidrios o parabrisas de los carros en los que van migrantes. Cuando entre diez o quince manganzones encuerpados, bellos, con lentes oscuros, cascos, guantes y full metal jacket, agarran a una mujer, a un latino o a un negro, y lo lanzan contra el suelo y luego se abalanzan sobre ellos y les aplastan con sus rodillas el cráneo, sin dejarlos respirar. ¡Qué valientes, coño! Eso es bellísimo, lindo, lindo, luego les arrancan la ropa, los lanzan contra el pavimento o las paredes para verlos reventar o "pagar sus delitos". Ya entiendo por qué Trump dijo que el mundo se extasiaba besándole su fofo y abultado culo. Ojo, esto lo dijo Trump, de la manera más directa y feliz. ¡Es que son bellos, bellos, bellos! 1s5i1e

Armados hasta los dientes, con cascos en los que llevan cámaras y controles digitales, detallando cada obstáculo, cada amenaza a su alrededor, y en sus manos poderosa ametralladora de repetición; en la cintura bombas y municiones para acciones rápidas y fulminantes. Llevan chaqueta de tanque, confeccionada en gabardina de lana y poliéster de color gris peltre con tratamiento repelente al agua y resistente al fuego y a las propias balas. En el pecho izquierdo de la chaqueta un emblema plateado que los identifica como del Cuerpo de Mariners y también en la parte superior del muslo izquierdo del pantalón. Son muy valientes sobre todo cuando tienen que atacar a seres débiles y desarmados como a niñas o niños, a los cuales esposas. ¡Pero son bellos! Todos los venezolanos refugiados en Miami, por ejemplo, los adoran, y no pueden verlos porque se arrastran valientemente para que sobre ellos posen sus lindas botas.

Esos MARINERS son los genios de la libertad y de la democracia. Se sacrifican por llevarle la libertad al mundo, insistimos. Son unos sufridos que a veces terminan en manicomios y matándose entre ellos. A veces cogen una ametralladora y se van a un centro comercial a divertirse haciendo tiros al blanco. ¡Lindos, lindos! Lleva la inscripción "USMC" en escarlata y dorado en la parte delantera de la pernera inferior derecha del pantalón y la inscripción "MARINERS" en escarlata y dorado en la parte superior trasera de la chaqueta. El uniforme está diseñado para soportar los más inesperados ataques, aleves y traicioneros de los comunistas, del Tren de Aragua. En las botas llevan censores que miden la distancia recorrida y detectan cualquier artefacto explosivo escondidos o enterrados. ¡Qué arrechos son estos tipos, sobre todo bellísimos! Ranas plataneras, pero lindos, lindos.

Por lo general llevan tatuajes en el brazo que comiencen desde el pecho o el hombro y se extienden por debajo de la camiseta de cuello redondo. Y allí muestran serpientes o demonios, águilas calvas, al Tío Sam mentándole la madre a los negros, cobrizos o latinos. La parte visible puede extenderse por todo el brazo, pero sin sobrepasar una línea alrededor de la circunferencia del brazo, medida dos pulgadas por encima del codo. La parte visible no debe sobrepasar los límites de la mano del mariner, con los dedos extendidos y unidos, con el pulgar al ras del costado de la mano. La medida debe ser desde la base de la palma hasta la punta de los dedos y desde la parte exterior del pulgar hasta la parte exterior de la palma. El volumen del cabello debe ser leve. La profundidad del cabello una vez terminado el peinado, aplanado, tomando el cuero cabelludo como punto de partida, y midiéndose la parte más alta del cabello. Se es muy estricto: la altura máxima del volumen del cabello no debe exceder medio centímetro. El cabello se peinará de forma que no interfiera con el uso correcto del tocado uniforme. El cabello que sobresalga por debajo del tocado usado correctamente de forma antiestética se considera excesivo, independientemente de su longitud. Se prohíbe a los usar rizos y trenzas en uniforme. Al usar gel o espuma para el cabello, se debe lograr una apariencia conservadora y natural. Bellos, bellos…

A estos mariners que hoy se encuentra echando plomo en Los Ángeles los vemos mascar chicle mientras machacan a los latinos. El chicle para ellos es sagrado, rezan y mascan, echan plomo y mascan, violan niñas y mascan, asesinan y mascan. Son ejemplos de serenidad en estas actividades porque por lo general esos chicles llevan coca, fentanilo o marihuana. Pero las reglas son estrictas, no se les permite meter las manos en los bolsillos. Sin embargo, la aplicación de estas políticas en el campo de batalla/entrenamiento se regirán, dicen los manuales de Making America Great Again, por el buen juicio. Lo que llevan en las mochilas autorizadas para usarse sobre ambos hombros con la MCCUU, negras o verde oliva, marrones, canela o una combinación de estos colores, o las mochilas MARPAT comerciales u organizativas, de estilo conservador con una representación mínima del logotipo (etiquetas/logotipos del fabricante en colores tenues de no más de 12,7 cm de largo por 5 cm de ancho), resumen todo un arsenal o panoplia desquiciante: pastillas o calmantes para toda clase de dolores y olores, drogas duras, estimulantes par la excitación guerrera y dosis letales de alucinantes, por lo que una vez que dejan sus carreras quedan locos para siempre. Están autorizados para usar esta farmacopea en medio de las represiones o combates. En las bolsas de gimnasio, de lona llevan sus computadoras repletas de videos y películas pornográficas, para el recreo o el descanso.

Nos refiere el escritor Abby Zimet en Common Dreams, que hoy, "en nuestro estado policial de deportación: matones del ICE con uniforme de combate, como si estuvieran de reconocimiento en Faluya, secuestran a estudiantes de cuarto grado y lavaplatos en taquerías; Kilmar Abrego García es un importante traficante de personas; y de la Guardia Nacional, cargados con gases lacrimógenos y rifles de asalto, recorren Los Ángeles en una «extralimitación masiva de autoridad» por parte de un racista y agitado «adicto al caos» —»¡QUE TRAIGAN LAS TROPAS!»—, decidido a usar la justa ira de los estadounidenses como pretexto para el despotismo desenfrenado que anhela. Con tanques e infantes de marina en camino".

Eso es el bello SUEÑO AMERICANO: autoritarismo enconado, tropas en la calle disparando a mansalva con inocentes que sólo reclaman sus derechos frente un régimen de bellos asesinos, secuestrando niños buscando personas de piel oscura que realizan gran parte del trabajo más sucio de EE UU, y los policías o asesinos jactándose su depravado racismo. "Ante una maligna cuota duplicada de 3.000 arrestos diarios —porque estos son números, no humanos—, el subjefe nazi Stephen Miller, según se informa, simplemente » destripó » a sus secuaces demasiado concentrados en encontrar presuntos delincuentes, «gritando» que necesitan perseguir a más inocentes: «Quiere que arresten a todos. ‘¿Por qué no están en Home Depot? ¿Por qué no están en 7-Eleven?'» "Con muchos trabajadores hispanos –agrega Abby Zimet- concentrados en unos pocos campos —construcción, restaurantes, paisajismo, trabajo agrícola—, los matones de ICE han realizado redadas, a menudo brutales, en esos lugares de trabajo. En Tallahassee, una horda irrumpió en el terreno de un complejo de viviendas para estudiantes universitarios para aterrorizar —» ¡AL SUELO!» (y dejar de construir en medio de una crisis de vivienda)— y arrestar a unas 100 personas; ni ICE ni la empresa parecen tener idea de por qué atacaron el lugar ni a quién secuestraron. El caos resultante suele ser similar, a la vez inepto y aterrador, desde la decisión discreta del Departamento de Justicia de permitir que matones de ICE realicen registros sin orden judicial si sospechan la presencia de algún temido «enemigo extranjero», hasta la publicación por parte de Seguridad Nacional de una lista de jurisdicciones «santuario» para inmigrantes, tan llena de errores que luego dijeron: «Uy, no importa» y la eliminaron".