"El que predica la guerra es un apóstol del demonio" 6n2v2e
John Ray
Nada conmueve al ejército israelita, apoyado por el imperialismo y dirigido por el primer ministro Benjamín Netanyahu, quien parece burlarse de la humanidad, ya que, aparece a cada momento por los distintos medios con una sonrisa, como si lo que está haciendo es parte de una comedia humorística. Así, como nada perturba a los criminales actores de esta matanza en Gaza, porque el objetivo es muy claro: destruir por completo a un pueblo, el cual tienen asediado bajo los bombardeos incesantes de quienes se regocijan con ver morir niños, sin importarles el dolor de un mundo, el cual clama por el cese inmediato de una guerra, que solamente apoyan los eternos endemoniados.
De nada han valido todas las voces que se han levantado, empezando por el fallecido papa Francisco, pidiendo el cese de un verdadero genocidio, comparable a las criminales matanzas de Hitler en los campos de concentración, donde estaban condenados a morir todo el que era confinado y para no salirse del libreto puesto en práctica por las fuerzas retrógradas del capitalismo salvajes, ahora Donald Trump, está utilizando al presidente del Salvador, el títere más descarado y desvergonzado de los últimos años, el Bukele, para ejecutar un encierro con los migrantes venezolanos, con la única justificación: de pertenecer supuestamente al tren de Aragua.
Todo ser humano, que no se exprese contra esta barbarie, puede ser catalogado, como parte de ese proyecto macabro con la única finalidad de matar, aunque presenten justificaciones, que solamente caben en la perversidad de mentes acostumbradas a ver o incitar a la muerte, como una diversión; el caso de las guarimbas en Venezuela, cuando convirtieron en una antorcha a un ser humano. Todos los informes con números de muertos presentados, como parte de la masacre diaria aterran a cualquier mortal, que por lo menos tenga un mínimo de amor por la vida. Se habla de una tregua, como si se estuviera esperando el resultado de una lotería, mientras tanto siguen apareciendo las agencias de noticias al servicio del imperialismo, presentando las estadísticas de muertos, como simples informaciones, para seguir creando una impotencia que desgarra los corazones de los que aman la paz y la libertad.
Todo lo que está pasando en Gaza, es la demostración del estado al cual han llevado a la humanidad a través de los negocios derivados de las guerras, tan lucrativo, que parece muy difícil acabar con ellos, mientras produzca dividendos y por eso la amenaza es permanente, dando pie para que aparezcan los Hitler, que solamente los detiene la respuesta de la guerra para poder garantizar una paz relativa, porque hasta los momentos no hay alternativa. Se dan casos de casos, como lo explica un amigo, cuando hace referencia al mandatario argentino, Javier Milei, quien busca parecerse a Hitler, hasta en las muecas del rostro, pero además coincide con el imperialismo en el apoyo incondicional al ejército israelí.
En Venezuela, hasta los momentos no hemos oído un pronunciamiento por parte de la derecha, antes esta nueva versión del fascismo, revivida con toda la intensidad de los personajes creados en Hollywood, como una diversión, pero a la vez sirven para ir acostumbrando a los aficionados a escenas de terror, pánico y violencia, hasta convertirlos en unos simples mirones, que poco les importa el golpeteo aterrador de las ametralladoras y la explosividad de las bombas, con las consecuencias ampliamente conocidas: niños muertos y heridos, hospitales destruidos y de paso los imperialistas le cierran el paso o atacan a las caravanas de la ayuda humanitaria, que no es el show, que quisieron montar, desde el lado de Colombia, Álvaro Uribe Vélez y su títere incondicional, Iván Duque, para invadir a Venezuela, el cual quedó bautizado, después de la derrota, como la batalla de los puentes o tienditas.
De producirse el cese al fuego o la tregua, el gran anhelo de la humanidad, todo lo que va quedando espanta. Las escenas de dolor, antes el sufrimiento de sus habitantes, que se niega a renunciar a su asentamiento natural y las ruinas de pueblos y ciudades, el cual para reconstruirlas se va a necesitar un tiempo muy valioso y montañas de dólares, el cual los grandes millonarios que se han lucrado de la guerra, no están dispuestos a soltar a menos, que vean a la vuelta de la esquina, que les reporte ganancias con contratos fabulosos, como siempre ha pasado. Por algo, el gran filosofo, Voltaire, dejo un pensamiento, retratando de manera muy clara, lo que son estos facinerosos: "Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciendo todo por dinero"