Durante los 35 años del gobierno de Porfirio Díaz en la república mexicana (1876-1911), Yucatán fue uno de los estados más ricos del país por sus grandes exportaciones de fibra de henequén a los EEUU y por la profunda explotación de trabajadores que vivían en las haciendas, conocidos como "acasillados", trabajadores "libres" de los pueblos y esclavos venidos de otros lugares. Cada hacienda tenía un "encargado" patronal y muchos capataces que se encargaban de istrarlas mientras sus propietarios vivían en gigantescas mansiones en la ciudad de Mérida de los blancos (hoy "la blanca Mérida") o en Europa y los EEUU. Eran todos ellos unos señores feudales que, por su estrecha relación con el clero, hacían regalos para aplacar los "malos pensamientos de descontento". (Ver mi libro: Las haciendas henequeneras a través de la historia, 2005) 3h1960
2. El hacendado-periodista Manuel Escofié Z., muy destacado por sus luchas por la "separación" de Yucatán, que publicó además su periódico ultraderechista: El Yucatanista, escribió: "Aquí en Yucatán, con muy pocas excepciones, todos comíamos bien y vestíamos bien. Se traían de Europa y de los EEUU, en constante y gran abundancia, las mejores conservas alimenticias, jamón, queso, mantequilla, salchichón, salchichas; productos de harina de trigo, cerveza, vino y en general licores finos; grandes remesas de telas, casimir inglés, etc., etc., que enriquecían la calidad de nuestra vida comercial y que consumían en abundancia los adinerados y en menor cantidad todas las demás clases en cuya mesa nunca faltó la suficiente comida…" Obviamente no se refería a las millas de familias explotadas y miserables de trabajadores.
3. El levantamiento de Francisco I. Madero el 20 de noviembre de 1910 –día conocido como el inicio de la Revolución Mexicana y la renuncia de Díaz a la Presidencia a mediados de mayo de 1911, obligó al congreso de Yucatán a nombrar gobernador interino, luego constitucional con apoyo de Madero, a José María Pino Suárez provocando descontento entre los seguidores del derechista reacciónio Delio Moreno Cantón, (sobrino del general porfirista y exgobernador Francisco Cantón). Luego Pino Suárez –que había aceptado la candidatura a la vicepresidencia con Madero, dejó en su lugar a Nicolás López Rivas. Derrocados y asesinados Madero y Pino en 1913 por un Golpe de Estado de Victoriano Huerta y la embajada de EEUU, Moreno Cantón viajó a México, pero a su regreso a Yucatán fue repudiado por los antigolpistas. (Ver mi libro: Política en Yucatán en el siglo XX, 1985)
4. La realidad es que hace 120 años el pueblo de Yucatán no tenía la menor idea de lo que era una revolución; sólo había oído hablar de la "Guerra de Castas" de mediados del siglo XIX y del exterminio de indígenas en 1901 por el gobierno de Porfirio Díaz para crear el territorio de Quintana Roo, separándolo de Yucatán. Pero en las mentes de los aproximadamente 80 mil yucatecos ya se les había metido por la iglesia, los hacendados y la derecha reaccionaria, que la revolución vendría a asesinar a sus familias, eliminar a sus hijos ya acabar con la "santa paz" que gozaba el pueblo, aunque viviera en la miseria, el hambre y la desnutrición. Con ello los hacendados convencían a sus esclavos y sirvientes a luchar contra los "huaches" (extranjeros) que buscaban invadir Yucatán introduciendo la revolución.
5. El estado de Yucatán –donde se desarrolló parte de la cultura maya hace más de dos mil años- apenas tiene hoy dos millones de habitantes de los 130 millones con que cuenta la república mexicana; además es un estado económicamente pobre (por el monocultivo del henequén que vivió de 1870 hasta desplomarse en 1970), cercano a lo miserable y con una escasísima participación política y falta de integración por su lejanía con del centro de los poderes de las decisiones nacionales. Incluso por ello se le ha acusó a través de la historia, de ser autonomista o partidario de independizarse de México. Pero a pesar de ese aislamiento, Yucatán vivió de 1915 a 1924 un interesante ciclo de violencias que acabó con los gobiernos de dos personalidades: Salvador Alvarado y Felipe Carrillo Puerto.
6. Se ha comparado en estatura política a estos dos personajes por representar las figuras revolucionarias más importantes y casi únicas de la entidad. A Alvarado le cupo la tarea de ser el introductor indiscutible en marzo de 1915 de la revolución mexicana en Yucatán, cuando el estado estaba totalmente en manos de los hacendados terratenientes; a Carrillo (que se acercó al zapatismo en Morelos) le tocó la suerte de integrarse al gobierno de Alvarado y recibir su apoyo para impulsar el reparto de tierras y crear el Partido Socialista del Sureste. Me llamó la atención que fueron asesinados el mismo año (1924): Alvarado en Tabasco siendo un rebelde, por el ejército del gobierno Obregón-Calles, y Carrillo en Yucatán siendo gobernador derrocado por la rebelión delahuertista y los hacendados yucatecos.
7. La revolución mexicana de 1910-17 fue indiscutiblemente una revolución burguesa o simplemente fue un alojamiento al modo capitalista de producción que comenzó a implantarse en el mundo en el siglo XVI. Ya desde mediados del siglo XIX –durante el juarismo y la reforma- se hablaba de la "acumulación originaria de capital" con las leyes de desamortización y nacionalización de las tierras. Así que desde entonces todos los gobernantes desde Juárez, Díaz y los de la revolución mexicana, sólo tuvieron en objetivo de consolidar el capitalismo con políticas nacionalistas, privatizadoras o neoliberales. Los gobiernos de Alvarado y Carrillo fueron sólo una forma de desarrollar el capitalismo combatiendo el conservadurismo atrasado, retrógrada y buscando modernizar la relación con los trabajadores.
8. A los dos les correspondió tareas diferentes: Alvarado fue comisionado por Venustiano Carranza –el máximo representante de la revolución entonces- para que derrotara a aquellos que se habían sublevado en Yucatán y aún peleaban por la autonomía del estado; este general tuvo que entrar a Yucatán en 1915 –por el estado de Campeche- con sangre y fuego por la resistencia que organizaron los hacendados yucatecos contra la revolución. Luego tuvo que imponer medidas que urgentemente en Yucatán donde llegaron a existir mil 500 haciendas henequeneras propiedad de unas 50 poderosas familias que con las riquezas que obtuvieron construyeron el "asado" Paseo de Montejo, las mansiones que lo adornaron, fastuosas casas principales en las haciendas y enviaron a sus hijos a estudiar a Europa y los EEUU.
9. Hay que recordar que antes de enviar a Alvarado a Yucatán, Carranza comisionó en 1914 (meses antes) para ser gobernadores a Eleuterio Ávila y Toribio de los Santos; Llegaron al poder de Yucatán con el apoyo de las fuerzas revolucionarias constitucionalistas. Ninguno supo o pudo resistir la presión que la oligarquía yucateca capitaneada por el poderoso hacendado y cacique Olegario Molina. En febrero de 1915 el general Abel Ortiz Argumedo (agente de Molina) tomó la plaza de Mérida y se autoproclamó gobernador y comandante militar del estado mediante un discurso autonomista para ganarse la voluntad de los yucatecos; lo que obligó a Carranza –al ver el fracaso de los dos enviados- a mandar a Alvarado respaldado por su prestigio militar.
10. Alvarado, para imponer la Revolución en Yucatán, tuvo que luchar muy fuerte contra lo que él bautizó como "la casta divina", es decir, la estrecha unidad del todopoderoso clero con los hacendados terratenientes. Alvarado llegó a Campeche en los primeros días de marzo de 1915. El día 14 tuvo los primeros enfrentamientos con las fuerzas argumedistas a las que derrotó. El día 16, en Halachó se consuma la derrota definitiva de los rebeldes. Ortiz Argumedo partió de Mérida hacia el oriente rumbo al puerto de El Cuyo. Ahí tenía planeado embarcarse para huir del estado. Zarpó hacia Cuba llevándose con él buena parte del tesoro estatal, junto con otros fondos privados que sus patrocinadores le habían confiado para conducir los hechos bélicos.
11. El 19 de marzo de 1915 entró Alvarado a la ciudad de Mérida; hizo reformas políticas, económicas, sociales y legislativas; de entrada integró al poder público a la Comisión Reguladora del Mercado del Henequén, instrumento clave para el control de la principal actividad económica. Decretó la liberación de los trabajadores domésticos que vivían en condición de esclavitud. Se reconocieron los derechos laborales, incluido el derecho de huelga. Se hizo lo mismo con los derechos de la mujer. Se reglamentó el salario mínimo. Se promulgaron leyes de gran contenido social, entre las más importantes las denominadas "Cinco hermanas": La ley Agraria, la de Hacienda, del Trabajo, del Catastro y la Ley Orgánica de los municipios del Estado. Se enfrentó al poder del clero.
12. Se apunta además que Alvarado, con el apoyo de Carrillo, desarrolló la Casa del Obrero Mundial (aunque engañada y comprada por el mismo Obregón en 1915) para servir –según dijo- de apoyo a los trabajadores yucatecos. También organizó el primer Congreso Pedagógico, por un lado y el Feminista, por otro. Fundó, entre otras, las escuelas de Agricultura, de Artes y de oficios, de Bellas Artes y la de Libre Derecho Estatal. Expidió una importante ley de repartición de tierras y de protección a los Obreros. Declaró a Yucatán el primer estado seco de la República, buscando acabar el alcoholismo entre los indígenas. Combatió la prostitución y sus principales explotadores. Luchó contra el fanatismo religioso.
13. En las elecciones de 1917 organizadas por Salvador Alvarado, poco antes de su salida de Yucatán, se restableció el Partido Liberal Yucateco integrado en buena medida por activos de los grupos que habían sido afectados por Alvarado y que contaron con el apoyo de Carranza. Este partido postuló como candidato a la gubernatura al militar Bernardino Mena Brito. Por otro lado, el Partido Socialista de Yucatán, Alvarado y Carrillo, dio su apoyo al obrero Carlos Castro Morales, dirigente ferrocarrilero que había participado en la primera huelga obrera de Yucatán en 1911. Éste triunfó para gobernar cuatro años (1918-22) pero le tocó la confrontación de Obregón-Carranza del Plan de Agua Prieta, el asesinato de este último y varios interinatos.
14. Salvador Alvarado salió de Yucatán el 1 de febrero de 1918 después de organizar y llevar a cabo las elecciones estatales de noviembre de 1917, de acuerdo a lo establecido en la recién promulgada Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917. Intentó contender él mismo en el proceso electoral pero no obtuvo el permiso porque no tenía el tiempo legal de residencia requerido en Yucatán para aspirar a la gubernatura. Ocupó varios cargos nacionales en el interinato de Adolfo de la Huerta, compró un periódico de circulación nacional y luego en la confrontación y rebelión de De la huerta contra Obregón-Calles, tomó partido por la rebelión, mientras Carrillo lo hizo por el callismo. Los dos fueron asesinados defendiendo su bandera.
15. Alvarado vivió en Yucatán la consolidación del poder carrancista, más no su caída en 1920. Gobernaba cuando Villa fue derrotado por Obregón en Guanajuato; cuando Obregón expidió el decreto sobre el salario mínimo para los estados de Michoacán, Querétaro, Hidalgo y Guanajuato; cuando el gobierno yanqui de Wilson reconoció al constitucionalismo como gobierno de facto; cuando Villa invadió al norteamericano pueblo de Columbus; cuando se fundó la Confederación de Trabajadores de la Región Mexicana y cuando se amenazó a los obreros con pena de muerte por irse a la huelga. Por último vio lanzarse la convocatoria para el Congreso Constituyente y como éste prohibió –a los que no tuvieran cinco años de residencia en el estado, que pudieran ser gobernadores.
16. A Carrillo lo he tratado en más de diez artículos anteriores, por ello va una pregunta final: Si los dos gobernantes: Alvarado y Carrillo contribuyeron a enterrar al Porfirismo ya sus herederos, así como a modernizar el capitalismo en México y Yucatán, ¿Por qué a los dos, que estuvieron contra los hacendados y la reacción clerical: a Alvarado (sinaloense) apenas lo recuerdan algunos ya Carrillo (yucateco) como un ícono, le hacen homenajes cada año por el gobierno y el PRI desde que fue fusilado en 1924? ¿Tienes que ver con alguna herencia? Obviamente el pueblo yucateco nunca ha sido participe de ningún homenaje porque sabe que este es un oficio que sirve de exhibición a los políticos en los que no tiene estimación alguna.
(Ver mi libro: Prensa y poder en el neoliberalismo)
Revolución, política en México y Yucatán
Por:Pedro Echeverría| Miércoles, 15/06/2022 13:13 | Versión para imprimir
17. La revolución mexicana burgusa (1910-17) tuvo que introducirse por la fuerza al estado de Yucatán en 1915. Después de que los poderosos hacendados pretendieron recuperar el mediante gobierno la sublevación del militar Abel Ortiz Argumedo -quien incluso, con el apoyo de los hacendados y aristócratas, pretendió proclamar la autonomía e independencia del estado-, el jefe de la revolución constitucionalista en el país, Venustiano Carranza, le ordenó al general sinaloense Salvador Alvarado tomar Yucatán y hacerlo partícipe de la revolución. Alvarado, para entrar a Yucatán, tuvo que librar sangrientas batallas en los pueblos de Pocboc, Blanca Flor y Halachó, ubicados en el "camino real" (ruta corta Campeche-Mérida). Muchos campesinos inocentes, soldados, así como voluntarios armados e ideologizados por los hacendados, murieron en aquellos enfrentamientos defendiendo la "autonomía", el separatismo y la "independencia yucateca". Alvarado tomó el gobierno, el estado y decretó una gran cantidad de medidas, entre ellas la libertad de los peones, el fin de las tiendas de raya, así como la anulación de las "deudas en las tiendas de raya" que aprisionaban a los trabajadores en las haciendas.
18. Estas medidas modernizadoras de la revolución burguesa mexicana fueron combatidas con saña en Yucatán por los hacendados y sus ideólogos, pero Alvarado logró poner en práctica muchas de ellas. La revolución alvaradista en el estado llegó a los oídos de Carrillo Puerto quien, perseguido por rencillas políticas violentas en Yucatán, se había integrado a las fuerzas zapatistas en el estado de Morelos. El regreso de Carrillo en 1916 y su integración al amplio sector que apoyaba al gobierno de Alvarado, así como la organización de la Casa del Obrero (COM) en Yucatán ese mismo año, hizo surgir en el estado, por un lado, a una gran corriente de izquierda socializante que comenzaría a operar desde el poder, por otro, corrientes más radicalizadas e independientes ligadas al anarcosindicalismo, integradas por obreros, artesanos y uno que otro profesionista.
19. Salvador Alvarado promovió, además de la fundación de la COM, la integración del Partido Socialista Obrero y, más tarde la formación del Partido Socialista de Yucatán; pero al no poder continuar en la gubernatura- porque la Constitución de 1917 se lo impidió- dio paso al fortalecimiento del carrillismo ya la fundación del Partido Socialista del Sureste (PSS) en 1918. Carrillo Puerto se convirtió en el representante más destacado de la izquierda oficial en el sureste de México, una izquierda radicalizada pero dentro y desde el poder del Estado capitalista. A finales de la segunda década y principios de los veinte -debe tomarse en cuenta- el país y el mundo vivían momentos revolucionarios: en octubre de 1917 había triunfado en Rusia la revolución bolchevique y en México el grupo de Agua Prieta y el obregonismo -el más radicalizado de la revolución burguesa mexicana- empezaba a adueñarse del poder.
20. Carrillo no pudo continuar su obra, pues fue asesinado en 1924 por la rebelión delahuertista y los hacendados que se aliaron a ella; sin embargo su herencia, aunque muy deformada y degenerada, continuó levantando la bandera contra la derecha apuntalada por los hacendados y el clero. La izquierda nacional comenzó a integrarse en las luchas obreras, sindicales y entre los trabajadores del campo; los ideales del anarquismo y anarcosindicalismo, representados en el país por Flores Magón hasta su asesinato en 1922, por la Casa del Obrero Mundial fundada en 1912 y por los principios básicos del zapatismo de Morelos, fue lo más combativo del período; pero fue la fundación en 1919 del Partido Comunista de México, por consigna de la III Internacional encabezada por Lenin, el que -por su nombre- dio identidad al pensamiento de izquierda y socialista en nuestro país.
21. Al morir Carrillo Puerto, un degradado oportunismo político reclamó su herencia. Concluyó su período vacante de gobierno, Iturralde Traconis; vino después el derechista proempresarial Torre Díaz para luego dar paso al gobierno del radicalizado callista Bartolomé García Correa, quien en su período realizó tres congresos del Partido Socialista del Sureste. Eso hacía pensar que en Yucatán estaba en el poder la izquierda "socialista" porque combatía contra la derecha encabezada por los hacendados y por el Diario de Yucatán. Sin embargo, nada más falso o ilusorio, estaba en el poder un gobierno que mediante el uso de un discurso populista lograba engañar a las masas; pero al tener frente a él una clase aristocrática formada por hacendados, parecía que no había más que dos caminos: una derecha agresiva, defensora de la explotación y la gran propiedad, y un centro populista que manipulaba a las masas campesinas. (Echeverría V., 1985)
22. Al salir de México de la profunda crisis económica que abarcó los años de 1929 a 1933, para calmar el descontento generalizado de los trabajadores frente a la política económica que los había golpeado con mayor rudeza, al interior del aparato del poder se registraron importantes cambios que llevaron al debilitamiento del "maximato callista" o gobierno de Elías Calles, y el fortalecimiento de nuevas corrientes que se aglutinarían para apoyar lo que sería el cardenismo. Dentro del mismo partido oficial -entonces Partido Nacional Revolucionario- se manifestaron posiciones de derecha, de centro y de izquierda que pertenecen a ese mismo partido en el poder. Con base en ello se fortaleció la corriente de centro izquierda que apoyó a Lázaro Cárdenas en la presidencia y fue sometida la corriente derechista que representaba al general Elías Calles. Los discursos socializantes dominaron durante el sexenio, pero también se registraron acciones de gobierno favorables a los intereses de los trabajadores.
23. En Yucatán, en 1934, después de que García Correa le entregó la gubernatura a César Alayola Barrera, surgió un fuerte movimiento ferrocarrilero que se enfrentó a las viejas fuerzas del bartolismo callista. En 1935 cayó del poder César Alayola y subió a la gubernatura, representando al cardenismo nacional, Fernando López Cárdenas. Alrededor de esa batalla ferrocarrilera se publicaron desplegados y manifiestos que demuestran acomodamientos políticos: 1) los funcionarios de gobierno cambiaron de discurso y se acomodaron a los nuevos tiempos (Antonio Betancourt, Pedro Castro, González Beytia, el joven Hernán Morales); 2. los pocos personajes de izquierda (Diego Rosado, Arturo Albertos, Mario Zavala, César Escalante), lucharon junto a los ferrocarrileros, pero no se deslindaron del apoyo de los hacendados que aprovecharon el movimiento para ajustar cuentas con el gobierno local. Betancourt ha dicho que él, Diego Rosado y César Escalante, pertenecían al partido comunista. (Echeverría V. 1999)
24. A partir de la segunda guerra mundial iniciada en 1939, la corriente del presidente Cárdenas en México perdió fuerza por poderosas presiones de los EE.UU. Se decía que había que hacer a un lado el enfrentamiento entre las clases para construir la "unidad nacional" frente a la guerra. Cárdenas no pudo imponer a su sucesor (Francisco Mújica), pero se vio obligado a aceptar al candidato presidencial que le impuso el gobierno yanqui y los conservadores mexicanos, al general Manuel Ávila Camacho. Lo anterior demuestra que dentro del partido oficial (llamado entonces Partido de la Revolución Mexicana) las corrientes de centroderecha habían ganado la batalla. Ese mismo año, 1939, había nacido el PAN con el fuerte apoyo de grandes empresarios y el clero, partido que inmediatamente manifestó su apoyo a la candidatura del general Andrew Almazán que se ubicaba aún más a la derecha de Ávila Camacho. El Partido Comunista se pronunció por la política de "unidad nacional", mientras la poderosa CTM, acaudillada por Lombardo Toledano, Fidel Velázquez y los "cinco lobitos", Valentín Campa y Augusto Velasco, hacían lo mismo. La izquierda oficial y paraoficial se entregó al gobierno de "izquierda".
25. En Yucatán las batallas más importantes se desarrollaron alrededor de las luchas del Sindicato de Cordeleros de Yucatán (SCY). Este sindicato, que conservó durante casi toda su vida los principios del anarcosindicalismo de "acción directa", prohibiendo la participación de sus directivos en partido o gobierno alguno, fue el que encabezó a otros sindicatos para organizar lo que sería la Coalición Sindical. Durante esas dos décadas dominadas por la segunda guerra, por la postguerra y por la guerra fría, los cordeleros del sindicato salieron a marchar a las calles por lo menos tres veces por año: durante sus revisiones y los primeros de mayo. Dentro del sindicato participaban obreros de derecha, clericales, pero también algunos obreros de izquierda que militaban en el Partido Comunista (que conocí personalmente): Luis Pereira, José Cisneros, Sixto Gutiérrez, Felipe Alpuche y Leonardo Aranda fueron acusados en 1939, amenazados de expulsión del SCY, por pertenecer al Partido Comunista Mexicano (PCM) ("Los Cordeleros", mi libro de 1983).
26. En 1948 Vicente Lombardo Toledano, poseedor de un enorme prestigio nacional por haber sido el fundador y primer dirigente de la CTM, y porque antes se había distinguido como un destacado intelectual universitario, fundó con un grupo de intelectuales de alto renombre, el Partido Popular (a partir de 1960, Partido Popular Socialista). Desde varios años antes, Lombardo se había convertido en el hombre de confianza del primer ministro de la URSS, José Stalin. La confrontación por el control de la izquierda oficial entre el PCM y el PP, así como por lograr el apoyo oficial de Moscú, hizo trizas al movimiento de izquierda. Surgió entonces el Partido Obrero Campesino de México (con Sánchez Cárdenas) donde irían a parar los expulsados y disidentes de esos dos partidos que se disputaban la hegemonía en México. Así comenzó a surgir un tercer camino de izquierda en el país, al mismo ritmo en que en el mundo el estalinismo iba cavando su tumba y se iniciaba en el mundo el deshielo entre los partidos comunistas del mundo. (1)
27. El inicio del desplome del bloque soviético comenzó tras la muerte de Stalin en 1953 y se agudizó luego del XX congreso del PCUS en 1956, donde se atacó por primera vez la política estaliniana y con mayor cautela al propio Stalin; Ese año estalló en Hungría un descontento popular encabezado por Nagy, contra movimientos de tropas y tanques rusos dentro del territorio. La represión rusa contra el alzamiento fue brutal. El gobierno soviético impuso a Kadar al frente del gobierno de Hungría. (Echeverría V, 1978)
28. En Yucatán, a multas de los cincuenta, mientras Dionisio Encinas (secretario general nacional del PCM desde 1940) aplicaba con todo rigor la doctrina estalinista en la política del PCM, se había formado una fracción de ese mismo partido estalinista en la que militaban Franti Cardeña, José Gamboa, José Alonso, César Herrera, Gustavo Jiménez, el abogado Nemesio Pinto (y un numeroso grupo de obreros cordeleros, embotelladores, zapateros, que asesoraba jurídicamente éste último), quizás el Dr. Ramón Espadas y otros más. Cuando conocí a esa fracción en 1960, inmediatamente me hice alumno de ellos y pude descubrir que eran duros críticos de la corriente soviética jruschoviana de Arnoldo Martínez Verdugo y Manuel Terrazas que se había apoderado del CEN del PCM.
29. Dado que la polémica chino-soviética se había iniciado, aquellos compañeros yucatecos suscribían las posiciones críticas del Partido Comunista Chino (PCCH), mientras el PCM nacional apoyaba incondicionalmente al Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Además, en esos años habían surgido en México otras posiciones de izquierda radicalizada: la de los dirigentes cubanos, la de los trotskistas y la de los espartaquistas encabezados por José Revueltas, González Rojo, Jaime Labastida, Eduardo Lizalde. La izquierda se divide aún más en el permanente debate ideológico. Hasta 1965, sólo se conocieron de manera un tanto superficial, las posiciones del PCUS, las del PCCH y las de los cubanos.