Indudablemente que debemos celebrar por todo lo alto el triunfo del domingo 25 de mayo. Pero a su vez, me sumó a lo indicado por la profa Anabel Díaz Aché, debemos ser humildes todas y todos y istrar esa victoria, que a la vez incrementa el compromiso y reduce las excusas para no dar respuesta a las necesidades sentidas de nuestro pueblo. 2l3tp
Por ello, hacemos uso y ejercicio de la contraloría social y utilzaremos también estos espacios para la crítica constructiva y revolucionaria, para la denuncia responsable.
En esta oportunidad nos queremos referir a una denuncia que nos llegó por celular y que forma parte del ámbito de la seguridad ciudadana.
Se trata de una ciudadana que por razones de seguridad no daremos su nombre aunque lo tenemos, viajaba en el taxi de un amigo desde la ciudad de San Cristóbal hacia La Fría, en el estado Táchira. Este conductor iba acompañado de su esposa. Fueron detenidos en una primera alcabala, en este caso de la Guardia Nacional Bolivariana, solicitándoles la cédula, los papeles del vehículo al taxista, y realizan todo el chequeo sin mayores novedades. Al solicitar la cédula a la pasajera hoy denunciante y abrir su koala, observan que tenía su pasaporte, y es cuando le solicitan que muestre el pasaporte.
Al principio se había negado, pero para evitar mayores inconvenientes, lo muestra. El efectivo de la GNB la baja del vehículo y aun cuando la pasajera le muestra su Cédula de Identidad, le exigen mostrar el pasaporte que según la denunciante, tenía tres billetes de 20 dólares y es lo que se presume que fue lo que llamó la atención del soldado.
Superado el escollo, se retiran y continúan su camino, pero resulta que a unos escasos 10 metros más adelante, está una segunda alcabala, esta vez de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) que los vuelve a detener. La efectiva de la PNB que allí se encontraba se llevó retenido al taxista por tener éste vencido el RCV vencido y le exige el pago de 20 pesos que equivale al cambio a 5 dólares estadounidenses. Si no los pagaba, la pasajera se iba a tener que quedar y él devolverse. Al pedírselos el taxista, la pasajera y denunciante decide bajarse allí. El conductor le informa esto a la funcionaria policial y esta con cara de pocos amigos debió dejarlos ir, y continuaron su camino.
Pero luego de 10 minutos de continuar su trayecto, fueron nuevamente detenidos por efectivos policiales de la PNB que iban en moto, vuelven a solicitarles la cédula, los papeles al conductor, a su esposa y sin mediar palabra ni darles explicación alguna, los llevan al comando.
Separan al conductor, a su esposa y a la pasajera. A esta última le revisan todas sus pertenencias. Le preguntaron porque estaba nerviosa y ella mentalmente les responde: "Porque ustedes tienen la mala fama de sembrar cosas en las maletas de las personas y me da terror". Al taxista le requisaron el carro completamente, le pincharon los cauchos que tuvo que reparar después.
Justo cuando la pasajera va saliendo de toda esta requisa en la habitación donde la ubicaron, uno de los efectivos le dijo:" ¿Y a usted no le gusta el refresco, usted no toma refresco?". Ella sin mirarlo, le dijo que no, que eso hacía daño, que tenía mucha azúcar y agarró su maleta y se fue.
Es decir este funcionario policial se tomó la sutileza casi poética además de cerrar esta experiencia terrible, triste y casi traumática además de humillante con un "usted no toma refresco" o lo que es igual a "todo esto lo estamos haciendo, todo el mal rato y toda la humillación por no darle 20 pesos pal fresco a nuestra compañera funcionaria que te paró a media hora de camino…".
Siendo algunos de nosotros trabajadores del área de seguridad ciudadana, denunciamos una situación parecida con unos PNB que se encontraban en la UCV.
Queremos creer que los buenos somos más, que funcionarias como la denunciada en el presente escrito no hay que patrocinarles los "frescos" aunque tengamos que pasar malos ratos y que hay efectivos policiales éticos en el país.
A ese efectivo policial de la PNB de 23 años de edad aproximadamente que al final de requisar las pertenencias de esas personas, de hacer preguntas sin sentido, de humillar lo suficiente para el final preguntar si no tomaba refresco, cuando a muchos en su inmensa mayoría nos gusta la cerveza, y que la "femenina" que los solicitó primero tenía las cejas pintadas como con un marcador markete y solamente por eso la denunciante no le brindo "pal fresco". Además que los ciudadanos y ciudadanas de este país no debemos normalizar este tipo de prácticas como la vacuna y la extorsión y menos de funcionarios policiales por más mínima que sea.
El mismo Capitán, ministro y vicepresidente DIosdado Cabello Rondón ha indicado que, defiende con la vehemencia que le caracteriza a los funcionarios y funcionarias policiales que con esfuerzo y ética cumplen día a día con su trabajo de proteger al pueblo.
Pero también dijo que aquellos que se metan en vainas como ésta no le temblara el pulso para meterles los ganchos, darles de baja de la manera más deshonrosa que puede haber y ponerlo a la orden del Ministerio Público y de los tribunales para que reciban las sanciones de conformidad con la ley.
Los mayores datos que sustentan esta denuncia lo colocamos a la orden del Ministro Cabello y de quien pueda interesar, para hacer justicia.
Próximamente también haremos denuncias de ese tipo, específicamente de prácticas de acoso laboral que se realizan en instituciones del Gobierno Bolivariano.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!