• Detrás de la huella criminal que dejo miles de ciudadanos asesinados, una sociedad sumida en la violencia, y sus familiares en la desbandada sumidos en la culpa, están ex capos de la droga, que hoy intentan justificarse y tratan de distanciarse de sus crímenes, con golpes de pecho, haciendo trabajos sucios para los que los encarcelaron y escribiendo libros para intentar justificar lo injustificable. 6x233r

Carlos Ledher, traficante de drogas colombiano, que estuvo preso en los Estados Unidos por 33 años, fue absuelto por la "justicia" de ese país, luego de exprimirlo como a la caña, y ahora convertido en un bagazo, lo sueltan para que juegue un nuevo papel, desacreditar a la izquierda, ligándola al tráfico de drogas.

No hay delito de los tantos que se cometen con el tráfico de drogas, pasado de la venta, hasta los asesinatos, donde no esté incurso este capo colombiano, que ahora, en entrevistas debidamente arregladas trata de excusarse de algunos delitos graves cometidos como por ejemplo el asesinato del Ministro Colombiano Lara Bonilla, en la época de mayor auge del Cartel de Medellín, que dirigía con Pablo Escobar.

Toneladas de Cocaína, que el mismo no sabe la magnitud fueron manejadas por este capo del narco tráfico que llegó a tener como propiedad una Isla en las Bahamas, Normad Island, desde inundo de cocaína a cuanto bandas de criminales se la pagaban en los Estados Unidos y otros países del mundo.

Regresa a Colombia, donde supuestamente han prescrito los delitos cometidos y anuncia la publicación de un Libro, donde seguramente justifica sus acciones, se lava las manos como piloto y le echa la culpa de los crímenes más importante del Cartel de Medellín a su amigo y socio Pablo Escobar, que por haber muerto cuando huía de las fuerzas de seguridad colombianas, no podrá defenderse.

Sería una postura demasiado ingenua, pensar que la CIA y la DEA, que trabajaron también con Carlos Ledher, en operaciones de tráfico de drogas, lo van a dejar libre, sin condiciones ni orientaciones precisas para estigmatizar a figuras que a ellos les interesa descalificar.

Y ya empezó, con su jueguito acusador. Comenzó en entrevista pre elaborada a intentar desprestigiar a la Revolución Cubana, comenzando por su líder máximo Fidel Castro Ruz.

Imagínense, ligar a Fidel al Narcotráfico, un dirigente revolucionario que saco a cuba de ser el Burdel de los Estados Unidos, donde los gánster, tenían trato con Fulgencio Batista, dictador de ese país, a la sazón, donde podían lavar todo el dinero sucio que adquirían, utilizar a la Isla como trampolín para el tráfico de drogas y cualquier otro delito ligado a las mafias estadounidenses.

En la película el Padrino, puede verse una escena emblemática de lo que afirmo: Al Pacino, cuando huye de Cuba, estaban entrando las tropas revolucionarias a la Habana, ve con tristeza, la entrada de los revolucionarios y el desmoronamiento de la Mafia que allí habían establecido, con el consentimiento del dictador de turno, Fulgencio Batista.

Debemos recordar igualmente, que Cuba, ya establecida la Revolución bajo el liderazgo de Fidel Castro, ordenó el fusilamiento del General, Arnaldo Ochoa. Los medios, en su oportunidad, recogieron los hechos e informaron la noticia:

"El general de división Arnaldo Ochoa Sánchez fue fusilado en Cuba en 1989 por el gobierno de Fidel Castro, junto con otros tres oficiales militares. La acusación principal era tráfico de drogas, corrupción y traición"

Carlos Ledher, quien fue el primero de los grandes capos extraditados a los Estados Unidos, cuando se le pregunta por el asesinato del Ministro, no dice, que no estuvo de acuerdo con la ejecución , sino, que pablo Escobar, supuestamente no le consultó o no le avisaron, pero lo felicitó por la ejecución y por ello, firmaron su extradición.

Lo cierto de este nuevo episodio sobre el Tráfico de de Drogas y la violencia desatada en Colombia, por los todos los Carteles que allí existen y en particular el de Medellín y Calí, donde murieron miles de colombianos inocentes, pone de relieve hasta donde pueden llegar las sociedades que son tolerantes con estos delitos y no toman a tiempo las medidas legales y preventivas para evitarlo.

Según los datos de la (IA):

"En Colombia, la violencia asociada a los carteles de narcotráfico y el conflicto armado interno ha causado un gran número de víctimas, incluyendo muertes. Una estimación de 220.000 muertes causadas por el conflicto se registraron desde 1958. Si se consideran otros crímenes de guerra, el número total de víctimas supera los 6 millones".

Lo que estamos viendo en Colombia, es como ahora, dándose golpes de pecho y tratando de justificar sus acciones muchos capos, y asesinos a sueldo de los carteles, pretenden lavar su imagen, cuando la verdad es que su pasado los inculpa y la sociedad colombiana nunca perdonará estos crímenes por más que traten de adornarlos.

Por eso afirmo como título, a Carlos Ledher y los de su calaña, no hay que creerles ni el Credo.