Un primero de mayo sombrío y donde los trabajadores recibieron una herida más en su ya maltrecha economía. Una cosa insólita, inédita, inverosímil; el salario más bajo del mundo entero. Jamás ningún trabajador de cualquier rincón del planeta habría imaginado las actuales condiciones de precariedad impuestas por un gobierno "democrático" a su clase trabajadora. Por supuesto lo de democrático en las actuales condiciones es un eufemismo, un recurso literario para ironizar en las actuales circunstancias. 1am41
Venezuela un país rico. ¿rico para quién? ¿Quiénes son los beneficiarios de las riquezas que se extraen del subsuelo? Riquezas petroleras, gasíferas, mineras metálicas, no metálicas. ¿a quienes benefician? ¿Quiénes son los verdaderos dueños de esa riqueza? Los venezolanos. Si Luis, sigue creyendo que te vas a volver creyón. El que siga repitiendo que Venezuela es un país rico, tiene que ser pendejo. Somos aproximadamente 33 millones de almas. Si le aplicamos un factor de corrección debido al fenómeno de la migración forzada, debemos estar en los 27 millones, siendo conservadores. ¿Quiénes se están quedando con la cuota parte que le corresponde a cualquier ciudadano cuya cedula de identidad comience por V? pregúntese. Simple: el gobierno y la oligarquía que surgió a la sombra del poder político del gobierno del difunto presidente Chávez y de Nicolas Maduro, más la vieja oligarquía; una aliada con Maduro y otra aliada con María Corina Machado.
El discurso del gobierno esta sincronizado con el de los sectores empresariales y comerciales agrupados en sus cámaras empresariales quienes defienden sus interese de clases. Para eso son los sindicatos. Y palabras más, palabras menos, eso es lo que es FEDECAMARAS, un sindicato. Lo que nos debe llamar a la reflexión es que vamos a hacer los trabajadores, la clase trabajadora esclavizada por las políticas salariales del gobierno.
Hay que empezar a llamar a las cosas por su nombre y no repetir la narrativa que esta construyendo el gobierno de Nicolas Maduro. Acá señor presidente "cuestionado y por demostrar" por no decir ilegitimo e ilegal (esa es su condición actual) no existe ingreso mínimo mensual. De lo que sí podemos hablar es del salario mínimo mensual que es lo que recogen la Constitución y la Ley.
El presidente de FEDECAMARAS, se convirtió en el vocero de los trabajadores venezolanos. Por supuesto, por el nerviosismo que genera la proximidad del primero de mayo. Pasada la tempestad, todo vuelve a la normalidad. Los discursos se hilvanaron perfectamente: ojo, pilas, mosca Nicolás, recuerda, es ingreso mínimo mensual indexado.
Hablando del presidente de FEDECAMARAS, merece una mención aparte, aunque prefiero dedicarle un artículo exclusivo. Este señor nos vio cara de pendejos. Déjeme decirle señor Adán Celis, los trabajadores tenemos cara de pendejos, pero nuestra cara de pendejos la istramos nosotros y no dejamos que otros nos la istren. Dicho esto, paso a explicarle la cuestión del salario que no es concha de ajo y que usted pretende minimizar asumiendo que los trabajadores son una cuerda de tarados que le compran su discurso engañoso, traicionero e ilegal. Déjeme decirle que, a la clase trabajadora, no solo le interesa y le importa el ingreso actual, no señor Celis. Al trabajador le interesa y le importa el ingreso actual y el ingreso futuro. Déjeme explicarle mejor, fíjese, ese ingreso se denomina salario y tiene dos tiempos perfectamente definidos: el presente y el futuro. El presente le permite al trabajador responder por el día a día en lo que se refiere a sus necesidades de alimentación, vestido, calzado,
vivienda, recreación y educación. A esto se le debe sumar los imprevistos y otras necesidades no contempladas en las categorías anteriores. El futuro corresponde a una acumulación exigua, pero acumulación al fin que le permite irse preparando para el invierno, o sea la vejez, o no siendo tan viejo, para cuando las capacidades del trabajador comienzan a mermar producto de la explotación a que es sometido. Con las prestaciones sociales acumuladas por años de servicios, el trabajador es capaz de enfrentar los retos futuros. Puede adquirir un bien mueble o inmueble, puede emprender un negocio, puede comprar una tierra, un bien mueble para trabajar un oficio, en fin, para resolver financieramente el ingreso que deja de percibir al final de su vida útil. Ojo acá, no todos los trabajadores gozan de jubilación. Hay trabajadores que son desechados, después de explotarlos por años, producto de enfermedades de origen laboral debido a accidentes laborales. Existe una Ley, la LOPCYMAT, letra muerta. Esto sucede con demasiada frecuencia en la empresa privada que representa el señor Adán Celis como para no mencionarlo, así sea tangencialmente.
El otro aspecto del salario, es el impacto en las utilidades o aguinaldos y en las vacaciones. Aspecto éste de vital importancia, por cuanto permite al trabajador pagar sus vacaciones y la de su familia y cubrir sus gastos navideños, así como remodelaciones y mejoras en el hogar, gastos del regalo del niño Jesús y los estrenos decembrinos como tradicionalmente se le conoce en Venezuela. Pero tenemos otro aspecto importantísimo anclado al salario, como lo son las cajas de ahorro el cual constituye un aspecto medular de la economía familiar, mediante la obtención de diferentes prestamos de corto, mediano y largo plazo, que permiten solventar dificultades financieras imprevistas como reparaciones en el hogar, salud, odontología, desperfectos mecánicos del carro (si lo tiene), pago de colegio, universidad, etc. De vital importancia son los préstamos hipotecarios que otorgan las cajas de ahorro con plazos de entre 15 y 25 años para su cancelación y que permiten adquirir vivienda propia en el mercado inmobiliario secundario.
Dicho lo anterior, queda evidenciado el nivel de perdida, del deterioro del nivel de ingresos del trabajador venezolano y del que el señor Adán Celis solo contempla el tiempo presente porque según él, el trabajador no tiene expectativas de vida en el futuro. El trabajador no tiene derecho a planificar su vida, su futuro, y proyectarse y hacer planes, adquirir vivienda, planificar un viaje, pagarse una universidad, un curso especializado, montar un negocio, una empresa, comprar un local, una tierra para sembrar o un terreno para construir una vivienda a su gusto y antojo. El trabajador venezolano según él, debe vivir al día.
De los párrafos anteriores se desprende una lección importante y fundamental: estamos en presencia de una lucha de clases: la clase empresarial vs la clase trabajadora. A la clase empresarial se alió el gobierno de Nicolas Maduro simple y llanamente. Por supuesto, durante todos estos años de "socialismo y revolución" lo que ha sucedido realmente es que, a la sombra del poder político, surgió una nueva oligarquía que se unió a la vieja oligarquía rentista e importadora, la nueva es igual a la anterior. Hay un sector
de la vieja oligarquía representada por María Corina Machado y otra aliada a Nicolas Maduro. A la final representan lo mismo. A ambos les incomoda el tema salarial y una
justa repartición de la riqueza nacional. Ninguno, ni por asomo de descuido, tocan los temas: justa repartición de la riqueza y de la renta petrolera y el tema salarial. En Venezuela van juntos indisolublemente, el poder político y el poder económico. Acceder mediante el poder político al control del estado, implica la toma y captura del poder económico mediante el control de la renta petrolera. No hay más nada que decir. La diferencia hoy, es que, el estado de bienestar construido por la democracia liberal burguesa durante un lapso de tiempo de 70 años aproximadamente, tomando como punto de partida la huelga petrolera de 1936, hoy pretenden acabarlo deliberadamente y sin resistencia de la clase trabajadora. Acá es bueno recordar que ese estado de bienestar fue construido a pulso de luchas por la clase trabajadora. Nada nos han regalado. Si no, pregúntele a un jubilado, pensionado, que hoy son maltratados y dejados al margen cuando más necesitan de ese mismo bienestar que construyeron a lo largo de sus vidas. Todo esto hay que explicárselo a las nuevas generaciones de trabajadores. La oligarquía que hoy representa Nicolás Maduro es peor comparativamente que la de la cuarta república. Es tal su nivel de rapacidad, que se están apropiando del patrimonio que por antonomasia pertenece a la clase trabajadora.
Como epilogo de estas líneas que son una invitación al combate por los derechos conquistados por la clase trabajadora, debemos cerrar filas frente a Nicolás Maduro y Adán Celis, hermanados en contra de la clase trabajadora venezolana. Estamos a tiempo de preservar nuestros Derechos e ir por más. Superemos el discurso reivindicativo y cuestionemos el hecho de que sea el estado el dueño de la riqueza, la plusvalía de las empresas, la seguridad social. Vayamos a la raíz del problema. Preguntémonos, por ejemplo, ¿con cuántos días de producción de cualquier empresa se paga la nómina de esa empresa? ¿y lo demás qué? El trabajador hoy tiene la obligación de concientizarse y cuestionar el actual estado de cosas. A los trabajadores que aún siguen creyendo en el discurso de Nicolas Maduro, les digo como lo dijo Chávez, el que tenga ojos que vea, porque hasta los ojos de Chávez los desaparecieron. ¿Por qué sería? A la final Chávez se murió y Nicolás Maduro traiciono su obra y su legado. El pueblo le cumplió al difunto su última voluntad, votar por Nicolas Maduro. Nicolas Maduro no cumplió. Él pactó con las elites. A confesión de parte, relevo de pruebas. Que más vamos a esperar. Lo que nos queda es organización, unidad y movilización, pero como clase trabajadora. Si no, saque sus cuentas: sumatoria del monto del salario + sumatoria del fideicomiso (intereses sobre prestaciones sociales acumuladas) + sumatoria de las prestaciones sociales + sumatoria de caja de ahorros + sumatoria de bono vacacional + sumatoria de utilidades o bono de aguinaldos + sumatoria de prima por antigüedad + sumatoria de prima por hijo + sumatoria de prima por hogar que usted deja de percibir x 3 (años sin aumento salarial) x monto del aumento salarial = lo que ha dejado de percibir. Es para pensarlo, reflexionarlo y contrastarlo con la realidad. Chúpate esa mandarina como diría Oscar Yánez.
Ingeniero Alonso Padrón
Profesor-Investigador-gremialista