Un comentario provinciano, pero necesario 2h125p

La alcaldía, grano de montaña y las comunas 3c4n5o

Después de una intervención que modificó todo el pasado histórico de la Plaza Guaicaipuro de Los Teques, hace pocos días con toda una parafernalia Protocolar y comunicacional con el objeto de justificar todo un gasto superfluo en momentos en que el país atraviesa por una crisis económica y financiera que ha obligado al Estado a reducir los gastos públicos, fue reinaugurada esa plaza, icono de la memoria colectiva de sus habitantes. d5c4r

Ahora bien, estoy convencido que detrás de esa reforma se oculta el verdadero pensamiento neoliberal de quienes desde el gobierno local dirigen, istran y gerencian la actual gestión municipal. La evidencia, la prueba (o como la quieran llamar) de esa afirmación fue la mutilación de una esquina de la Plaza Guaicaipuro, de ese espacio público, para la construcción de una edificación, presumo que fue acordada de antemano, para ser entregada y transferida a una empresa privada C.A. con el objeto de instalar el cafetín denominado Grano de Montaña

En consecuencia, la plaza Guaicaipuro es un bien público y tal como se puede interpretar en nuestras Leyes, ese hecho se acerca a una irregularidad denominada peculado de uso. Hasta los momentos se desconoce la figura jurídica (contrato, convenio, comodato, concesión, enfiteusis, hipoteca, prenda, entre otros) que se firmó entre las partes.

Eso debe preocupar si la ley venezolana, cuando define al peculado de uso "se refiere al uso indebido o la utilización de bienes públicos por parte de un funcionario público o persona encargada de istrarlos, para fines diferentes o contrarios a los que estaban destinados. E incluso se ignora si el Concejo Municipal de Guaicaipuro como órgano Legislativo autorizó la entrega de ese espacio público a la empresa privada beneficiaria de esa decisión. En ese sentido, las dudas surgen sobre la transparencia de ese traspaso istrativo.

En otro orden de ideas, ante ese hecho las preguntas que se deben responder son ¿Si la tesis de modificar el mapa político territorial del país bajo la consigna COMUNA O NADA, es una política y un objetivo obligatorio que los alcaldes del país deben asumir e implementar? ¿Creen los que gobiernan el municipio en esa tesis? Nuevamente el caso del Cafetín Grano de Montaña me indica que no. Solo los ingenuos y fanáticos lo creen.

Desde mi concepción y visión, el viejo sistema medioeval de los cabildos, concejos municipales y alcaldías, heredado de la conquista española debe ser sustituido, no como una novedad, si realmente se quiere profundizar la democracia, no solamente a través del voto, sino mediante de participación y el protagonismo directo y real de los pobladores en cada espacio geográfico nacional., tal cual como la orienta nuestra Constitución.

Así mismo, si el objetivo COMUNA O NADA, es sincero y el cual comparto, entonces vale preguntarse ¿Por qué la Alcaldía de la capital del estado Miranda y el Concejo Municipal no entregaron o transfirieron el local construido en la Plaza Guaicaipuro a la Comuna de la zona para su gerencia y istración?

Aún más, se puede recordar y preguntar ¿Dónde está el cumplimiento de todo ese ordenamiento jurídico sobre las comunas aprobados por la Asamblea Nacional, en el segundo gobierno de Chávez y trasladados y aprobados posteriormente como ordenanzas municipales?

En consecuencia, si se desconoce todo el ordenamiento jurídico que le dan forma y rostro a las Comunas y reglamentan todo lo necesario para su gerencia, istración, deberes y derechos de sus integrantes, la planificación, la transferencia de recursos económicos y financieros y la elección del parlamento comunal, surge otra pregunta, ¿Cuál es la traba y el freno para no hacer realidad ese objetivo?

En fin, quiero cerrar esta narrativa con tres preguntas, primero: ¿Quién puede pensar en la viabilidad y factibilidad de las Comunas, si hace 19 años se aprobó la primera Ley para su implantación y luego pasaron 9 años para caracterizar y darle rostro a las comunas? Segundo: ¿Cómo creer en la sinceridad de los gobernantes locales si no creen en el poder popular, ni les interesa el socialismo? Tercero: ¿Quién puede afirmar que a los neoliberales les interesa transferir recursos (bienes, económicos y financieros) a las comunas?



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Carlos Mezones 102c1h


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