Estuve hablando con mi gran amiga la genia venezolana que vive en Canadá desde hace más de 30 años, sobre el concepto y la aplicación del boicot, un concepto completamente ajeno en Venezuela (en términos práctico-real), pero que, en mi opinión, es absolutamente necesario si el noble pueblo venezolano (el 70% de la población, o sea, la mayoría) quisiera realmente avanzar como sociedad hacia la modernidad en vez de retroceder como está haciendo actualmente. El boicot es un concepto, o más bien, una herramienta social-colectiva muy práctica que ha sido y sigue siendo fundamental en el desarrollo positivo de las sociedades que habitan este planeta. Básicamente: más boicots = más desarrollo social equilibrado (más justicia, menos corrupción, mejor gobernanza, menos pobreza, mejor futuro colectivo) menos boicots = menos desarrollo social en general (más injusticia, más corrupción, peor gobernanza, más pobreza generalizada, futuro precario). El concepto básico del boicot es sencillo: El pueblo está cansado de los flagrantes y continuados abusos sistemáticos cometidos en su contra (en contra de su debido bienestar) por parte de las élites gobernantes (políticos, empresarios, comerciantes, banqueros, etc.) y sus lacayos y títeres (gobernadores, alcaldes, diputados, directores de instituciones, burócratas, policías, militares, sindicalistas, gremios, etc.), entonces, colectivamente, el pueblo decide, desarrolla, y pone en marcha un plan de acción concreto para ir colectivamente (sin violencia) en contra de tal o tal abuso o injusticia social al, por ejemplo, de parar de comprar tal o tal producto o servicio, o simplemente al para de participar en algún programa social o gubernamental (como por ejemplo, de colectivamente parar de ir a buscar las bolsas CLAP hasta que las mejoren y hasta que la masiva corrupción interna desaparezca), pero, repito --- y esa es la clave --- el boicot debe hacerse de manera colectiva y sincronizada en masa y a nivel nacional hasta que la situación en cuestión cambie a favor del noble pueblo que merece ser respetado. Simplemente --- conceptualmente --- el boicot es plenamente justificable en cualquier parte del planeta porque: 1- el pueblo siempre es mayoría y debe siempre ser respetado por las minorías (las cuales son normalmente las clases gobernantes/empresariales/religiosas explotadoras de siempre, y su gente), 2- el pueblo siempre debe ser el mayor beneficiario de lo que una sociedad pueda colectivamente producir y ofrecer en su conjunto, y 3- los beneficios generados por una sociedad, cualquiera que sean los beneficios, o de cualquier manera que sean generados, jamás deben llegar únicamente o exclusivamente a una minoría, ni tampoco de manera preferencial a una minoría así como es en el caso de Venezuela bajo el mando de Maduro, donde quienes votan por Maduro y su gente o los apoyan, reciben mayores beneficios (un 30% de la población). Repito (en otras palabras): El boicot es una herramienta colectiva pacífica que es 100% justificable como método de búsqueda de justicia y equilibrio social, en cualquiera que sea la sociedad y en cualquier tiempo de la historia de la humanidad. Desde Google IA: "Se cree que el boicot más antiguo conocido de la historia, en el sentido de una negativa generalizada y organizada a comprar bienes o servicios, fue el boicot al vino griego en la antigua Roma, organizado por Julio César en respuesta a un impuesto impuesto al vino por el Senado. Si bien no se registra la fecha exacta, esta acción ocurrió durante la República Romana, lo que demuestra una forma temprana de resistencia del consumidor a las políticas políticas o económicas. Si bien puede haber casos anteriores de negativas individuales a comprar productos, este evento específico representa un esfuerzo más estructurado y organizado para influir en las políticas a través de la acción económica." La única forma positiva de realmente avanzar como sociedad --- independientemente de las ideologías y fuerzas políticas, sociales, o religiosas que gobiernan o controlan una sociedad --- debe basarse en la justa distribución de los beneficios sociales (socioeconómicos) generados por el conjunto de esa misma sociedad, si no, esa sociedad está condenada al fracaso y a su inevitable y eventual disolución, normalmente vía la decadencia social (como Sodomo y Gomorra o el imperio romano) o la guerra (como Yugoslavia y tantas otras sociedades), donde, antes de su desaparición, una minoría tendría a todo, mientras una gran mayoría tendría a básicamente nada, así como es actualmente el caso en Venezuela y en otras partes del mundo como Haití, Cuba, Afganistán, Nicaragua, Palestina, el Congo, etc., (ver más abajo). Un buen ejemplo es el hecho de que, en una sociedad como la de Venezuela por ejemplo, donde los empleados son generalmente tratados como esclavos (o basura) y pagados extremadamente mal y donde no tienen absolutamente ningún derecho o recurso a la protección, donde comen mal, son infelices y maltratados, donde a menudo roban para sobrevivir, y donde se debilitan y mueren anticipadamente debido al maltrato sistemático, deliberado, y generalizado, el trabajo es, en general, muy mal hecho, y por ende, la calidad de los productos y servicios son de muy baja calidad, lo cual contribuye directamente al estancamiento del desarrollo de la sociedad. De hecho, este fenómeno contribuye directamente a la destrucción de la sociedad (como, por ejemplo, se evidencia plenamente en la destrucción del sistema eléctrico nacional en Venezuela, entre otras cosas), y así como se evidencia (obviamente, repito) en Venezuela y en otros países, como por ejemplo Haití, Cuba, Nicaragua, Palestina, Libia, Afganistán, entre otros. (Para que sepan, no por casualidad, todos esos países son entre los más corruptos del planeta, ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Corruption_Perceptions_Index). Es más, cuando este fenómeno se exacerba (empeora), esa sociedad empieza a retroceder en todos sus sentidos (ese es el caso de Venezuela), o sea, esa sociedad entra progresivamente en una etapa de decadencia social, que, de hecho, deviene difícilmente rectificable o reversible. Ejemplos: Afganistán, Líbano, Palestina, Libia, la región del Congo, el Sudan, Haití, Cuba, Nicaragua, y Venezuela, entre otros pocos lugares del planeta que andan rumbo a su auto-desintegración y eventual desaparición. En comparación, en los países desarrollados (y en la mayoría de los países del planeta), el empleado es pagado más o menos dignamente y es tratado generalmente de manera suficientemente digna para que trabaje bien, y por ende, come bien, es medianamente feliz, y la calidad de los productos y servicios es substancialmente superior. El trabajador, y sus hijos, también tienen un futuro relativamente positivo, lo cual incentiva el desarrollo colectivo de la sociedad. Como todos sabemos, con el estomago vacío, nada puede hacerse bien. ¿No es así? Sí lo es. Y creo que todos sabemos que eso es así, por lo menos de manera instintiva, ya que es bastante evidente que si tú me pagas muy mal, espérate a un trabajo muy mal hecho, ¿verdad? Si una sociedad no trata bien a sus propios trabajadores/empleados (a su propia gente en general), entonces, esa sociedad se pudrirá, y punto. No tiene, ni tendrá otro rumbo, y desafortunadamente, Venezuela está precisamente en ese predicamento, con muy poca esperanza de salirse de esa catástrofe humana. Ven, contrario a lo que la gente hace en los países desarrollados, en Venezuela, "nadie hace absolutamente nada al respecto," o sea, nadie hace nada para corregir esta desgracia social, esta monumental desgracia humana donde, por ejemplo, el salario mínimo y la pensión estatal es de menos de $2 mensuales (no alcanza ni para sobrevivir un solo día). Y cuando digo "nadie," me refiero al noble pueblo venezolano, ese 70% de la población que, desde siempre, se ha dejado maltratar y aplastar por las minorías gobernantes y sus lacayos hasta el punto de acostumbrarse a vivir esclavizados y aplastados y abusados y estrujados y malnutridos como animales de carga sin valor, sin dignidad, sin vida, sin futuro; con solo miseria y muerte frente a ellos. Aquí abajo les traduzco (con Google Translate) un resumen del significado del concepto del boicot de Google IA: "Los boicots pueden ser una herramienta valiosa para el cambio social, ofreciendo a las personas una forma de presionar a corporaciones y gobiernos para que aborden injusticias o promuevan causas específicas. Si bien no garantizan el éxito, se han utilizado con eficacia a lo largo de la historia para impulsar el progreso en temas como los derechos civiles, el comercio justo y la protección del medio ambiente. A continuación, se explica por qué los boicots pueden ser una parte necesaria del progreso social: Concienciación: Los boicots pueden visibilizar problemas que, de otro modo, podrían pasar desapercibidos, movilizando a la opinión pública y generando debates más amplios. Presión económica:Al optar por no comprar productos o servicios, los boicots pueden ejercer presión financiera sobre las empresas, lo que podría impulsarlas a cambiar sus prácticas. Empoderamiento: Los boicots ofrecen una vía para que las personas participen en la acción social y política, incluso sin recursos ni influencia significativos. Protesta no violenta: Los boicots proporcionan un medio no violento para expresar la disidencia y abogar por el cambio, ofreciendo una alternativa a tácticas más agresivas. Ejemplos de boicots exitosos a lo largo de la historia: 9325e
El boicot de autobuses de Montgomery en la década de 1950 desempeñó un papel crucial en el Movimiento por los Derechos Civiles, desafiando la segregación y propiciando un cambio sistémico más amplio.
Los boicots contra empresas involucradas en abusos laborales o daños ambientales han propiciado cambios en las políticas y la mejora de las condiciones laborales.
Los boicots de los consumidores a productos con ingredientes nocivos o prácticas insostenibles han influido en cambios en toda la industria hacia una producción más ética y responsable con el medio ambiente.
Sin embargo, también es importante considerar las limitaciones:
No es una solución garantizada:
Los boicots no siempre son efectivos y el éxito depende de varios factores, como el alcance de la campaña, la vulnerabilidad de la empresa y el apoyo público.
Posibles consecuencias no deseadas:
Los boicots pueden perjudicar a los empleados y a las comunidades que dependen de las empresas afectadas, lo que genera inquietudes éticas.
La necesidad de un enfoque multifacético:
Los boicots suelen ser más efectivos cuando se combinan con otras tácticas como la defensa, la educación y las acciones legales. En conclusión, si bien los boicots no son la panacea para los problemas sociales, pueden ser una herramienta valiosa para promover el cambio social, empoderar a las personas y exigir responsabilidades a las entidades poderosas. Deben considerarse parte de una estrategia más amplia para lograr un progreso significativo y sostenible."
Bueno ...
Hablando con mi gran amiga la genia venezolana que vive en Canadá, le pregunté si ella cree que valdría la pena utilizar mi sitio web (que todavía le falta mucho que desear) para promover un boicot generalizado en Venezuela contra todos los factores que contribuyen al malestar y miseria colectiva de los venezolanos y las venezolanas, y ella me respondió que no, que eso sería una pérdida de tiempo y energía ya que Venezuela está demasiada atrasada como sociedad, de hecho, Venezuela está retrocediendo, ella me dice (y yo estoy 100% de acuerdo); me dice que se demorará 500 años más antes de que las masas venezolanas (colectivamente) se despierten lo suficiente para pensar de actuar colectivamente como pueblo unido para forzar los necesarios cambios --- vía los boicot pacífico por ejemplo --- dentro de su propia sociedad.
Bueno ...
No quiero alargar este artículo (lo cual iba a hacer), pero, sí existen muchos tipos de boicot que se podrían aplicar en Venezuela en contra de todas las tremendas injusticias y desequilibrios sociales que se cometen sistemáticamente y deliberadamente contra el noble pueblo venezolano por el gobierno de Maduro y sus socios y secuaces, sus partidos políticos y sus maquinarias políticas y sociales, la asamblea nacional y sus diputados, los gobernadores, los alcaldes, los políticos en todos los niveles, los directores de todas las instituciones del Estado, incluso las fuerzas de seguridad y militares, los sindicalistas y los gremios, etc., pero, no hay suficiente espacio aquí para presentarles algunos ejemplos de boicots posibles de manera concisa. Lo intenté pero es muy largo.
Sin embargo, creo que ustedes se los pueden imaginar:
Boicotear el CLAP, los bancos del Estado que nos roban, los comercios con respecto a los fuera-de-orbite precios al consumidor (ellos nos roban todos los días); boicots contra el sistema de educación, el sistema de salud, el sistema de distribución eléctrica y de agua potable; boicots contra el costo exorbitante del internet y la televisión; boicots contra la fiscalía general y el tribunal supremo de justicia y la contraloría general y el CNE por su participación directa en los obvios y masivos fraudes electorales cometidos por Maduro y su gente, y la asociada represión estatal; boicots contra las tantas otras flagrantes injusticias que las mayorías vivimos todos los días sin tener absolutamente ningún respaldo ni recurso a nuestra disposición para reivindicar esos abusos sistemáticos y deliberados contra nuestra dignidad humana.
NOTA: Yo vivo hoy en Canadá, pero lo que ocurre en Venezuela me afecta directamente (y muy tristemente) porque tengo asociaciones directas a diario con un montón de venezolanos y venezolanas en muchas partes del país que todavía no han podido escaparse de Venezuela y que sufren de manera absolutamente bárbara todos los días allá en Venezuela; gente que seguimos ayudando a sobrevivir, porque, simplemente, ellos ya no pueden, no aguantan más el continuado maltrato en Venezuela, más de 10 años de miseria y sufrimiento continuado, indebido, y absolutamente cruel. Es un crimen de lesa humanidad.
CONCLUSIÓN
Como ya dije más arriba, existen muchas posibilidades de boicot en Venezuela ya que existen masivas y sistemáticas injusticias y desequilibrios sociales en todos los niveles de la sociedad, particularmente desde que Maduro ha estado en el poder. Sin embargo, como dijo mi gran amiga la genia venezolana que vive en Canadá, no vale la pena --- por lo menos bajo las actuales circunstancias --- de sugerir el boicot como acción social colectiva en Venezuela para corregir las tremendas aberraciones sociales que existen.
Por otro lado, y aunque mi gran amiga la genia venezolana que vive en Canadá tenga razón --- porque en los 49 años que la conozco, siempre ha tenido razón en todo ---, yo sigo soñando del Gran Boicot de Venezuela, específicamente El Gran Boicot de Venezuela 2027.
Tal vez otros venezolanos y venezolanas soñarán lo mismo y podrán ponerlo en acción. Si no en el 2027, tal vez en algún momento entre hoy y los próximos 500 años que faltarían para que el noble pueblo venezolano despierte lo suficiente para que él mismo dirija su propio destino; un destino justo, equilibrado, y positivo, con la eliminación total de esa plaga gobernante que nos ha estado progresivamente destruyendo desde hace demasiado tiempo ya; van 500 años de lo mismo y ahora está peor que nunca con Maduro y su gente.
El Gran Boicot de Venezuela 2027
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