La Gobernación del estado Carabobo, en el segundo período -de cuatro años- continuo de gestión del economista Rafael Lacava reinauguró, el pasado 15 de mayo (Día del Atletismo), las instalaciones que conforman el Complejo Deportivo Bicentenario Batalla de Carabobo, en la urbanización La Isabelica, parroquia Rafael Urdaneta, municipio Valencia, trabajos que podrán hablar por sí mismos de lo que representa el deporte para la entidad. 2z451g
El Complejo, construido en su totalidad durante la década de los ochenta sirvió de escenario a los V Juegos Deportivos Nacionales Juveniles de 1985; a los V Juegos Suramericanos de 1994 y a otros magnos eventos nacionales (2011 y 2022 como sub sede) e igualmente regionales.
Consta de estadio de softbol, con gradería central e iluminación; gimnasio cubierto de voleibol con capacidad para una media de 2.000 asistentes, cancha de basketbol techada y el estadio polideportivo de atletismo con dos tribunas laterales en la que caben 10.000 almas sentadas, además de gimnasios.
El citado Complejo está estratégicamente ubicado en la avenida Sesquicentenario, siendo la entrada principal por la avenida norte-sur 4.
Además de la urbanización La Isabelica tiene también en sus cercanías las comunidades 3 de Mayo y Bello Monte III.
Al respecto, en dichas localidades y otras ubicadas más allá reside una importante población de jóvenes estudiantes que asisten a diversas unidades educativas adyacentes, cuyas modalidades son: Media General, Básica, Educación Inicial, Especial y 1 Liceo Nacional.
Cabe citar, dentro del Complejo se encuentra la UE de Talento Deportivo Miguel Vicente Gañango como principal cantera deportiva regional para adolescentes en las disciplinas de atletismo, judo y taekwondo. Sumemos las matrículas nada despreciables de los planteles públicos y privados a su alrededor. Imaginémonos qué estaría sucediendo de existir una gerencia deportiva comunal en o perenne con los siguientes planteles: UE Luis Sanojo, Complejo Educativo Antonio Sandoval, Liceo Nacional Enrique Bernardo Núñez, EB Carabobo, EB Mercedes Santana, EB Humberto Celli, UE Colegio Los Próceres, UE San Rafael Nonato, UE Santa Lucía I y UEEI Juan Bautista Arismendi.
Si bien es cierto el deporte siempre ha servido para atraer multitudes, especialmente a los más jóvenes, la práctica deportiva programada por medio de competencias interinstitucionales, interescolares, intercomunales, intergremiales y también para el desenvolvimiento físico y mental de personas con discapacidad y tercera edad qué entonces se podría desarrollar más adelante?
Al respecto, desconocemos en su totalidad si en momentos recientes, dentro de estas completas instalaciones deportivas, tuvieron lugar convocatorias a juegos comunitarios, entre las localidades antes mencionadas, cuyos objetivos finales, podríamos señalar, se centran en captar nuevos talentos.
Sin embargo, el interés principal de este trabajo no atañe a especificidades deportivas meramente sino acerca de conocer sobre el ideario de los jóvenes estudiantes con el nombre del Complejo Deportivo (a sabiendas de los tiempos coexistimos con valores neocoloniales). En este caso: Batalla de Carabobo.
Impacto cultural en primer cuarto del Siglo XXI
Durante las actuales fechas en el calendario escolar, del Comité Permanente de Formación para la Soberanía Nacional del estado Carabobo nos preparamos a cumplir actos solemnes en honor a dos enfrentamientos bélicos ocurridos en la misma sabana de Carabobo.
Ciertamente, en conjunto con otra institución académica, la Sociedad Bolivariana de Venezuela Carabobo, ha existido la preocupación por dar a conocer en su justa dimensión detalles de tales episodios donde el Libertador tuvo participación protagónica. Se trata de quien fuera el comandante en Jefe de los ejércitos republicanos batidos a sangre y fuego frente a las huestes españolas, caracterizadas éstas, por su marcada fiereza y lealtad a la corona española la cual estuvo presente por más de 300 años.
No obstante, así han pasado los años, hay quienes se abocan en el sector educativo y hasta zanjando ciertas diferencias por la trascendental Batalla que selló la independencia de Venezuela acaecida en 1821 dejando, desde luego sin efecto, la primera. Tal realidad como tantas otras nos limita en la grandeza de nuestros principales hechos históricos. Una de ellas sería reconocernos como invictos en Carabobo, según lo revelan documentos escritos hasta del mismo puño y letra de Bolívar.
Ahora fijémonos en lo siguiente, el uso de nuevas aplicaciones tecnológicas -aquí hacemos hincapié ante las buenas intenciones de recuperar el espacio deportivo- dentro de un reinante mundo globalizado, tecnocratizado y consumista donde se nos pone de frente a realidades que objetivamente debemos confrontar bajo criterios ideológicos por tratarse de sociedades que, provenientes de la industrialización, son identidades más centralizadas y acuñadas a la integración del gran capital. Si bien es cierto los medios de comunicación en su momento y las redes sociales, en esta época, han llegado para condicionar aún más el pensamiento en países en vías de desarrollo también es la ocasión de medir el impacto histórico de las batallas de Carabobo de 1814 y 1821 en la población estudiantil, sírvase repetir nuestro caso, que ha cruzado el umbral de los 200 años desde aquellos tiempos de luchas independentistas. Desde luego, en la actualidad hablamos de librar batallas en forma distinta por alcanzar a plenitud la soberanía económica confrontando una pelea bien dispareja con los valores neocoloniales.
Para entender esto último debe existir la transformación acerca del uso desproporcionado de interconectores que impiden hoy no nos reconozcamos dentro de las posibilidades existentes en nuestras potencialidades. Cabe decir, culturales, económicas, sociales, simplemente porque la crisis capitalista creada para apalancar guerras injustificadas, invasiones a pueblos que se resisten, exploraciones con fines supremacistas, ideologización a través de imágenes cinematográficas con marcas y productos foráneos, entre otras, llevó a la praxis mecanismos más independientes hacia el modelo con que las transnacionales globalizaran los mercados internacionales. Impacto que recayó en diversas sociedades y en la cultura de los pueblos ajenos a tales modelos impulsores de desigualdad económica.
Carabobo
Antes de profundizar en el tema es necesario reconocer el origen de la palabra Carabobo. El vocablo proviene de la lengua arawaka. Karau, quiere decir: sabana. Mientras que bo es agua. Repetida dos veces se traduce en mucha agua. Sabana o tierra de abundante agua o muchos ríos o quebradas. De ahí entonces se le diera el nombre a una palma y posteriormente al estado, creado en 1824 en honor al lugar donde se libró la Batalla del 24 de Junio realizada tres años antes.
Bolívar de espaldas a Valencia
Con varias horas de anticipación, Bolívar logra reunir parte de su oficialidad en Tocuyito, el 28 de mayo de 1814, donde planifica la acción tras arribar desde la ciudad de Valencia. Su idea principal era cortar al ejército español toda posibilidad de avanzada hacia una plaza tan importante en donde se le hacía frente a la guarnición realista acantonada en Puerto Cabello. Por supuesto, de allí la negativa absoluta de no dar tampoco facilidades de abrir caminos hacia Caracas.
De este modo dos ejércitos, uno de occidente y el otro oriental, unen fuerzas y capacidad combativa bajo las órdenes de Simón Bolívar y Santiago Mariño, respectivamente, para combatir al mariscal Juan Manuel Cajigal y Niño quien ya había alistado sus tropas en San Carlos. Cajigal estaría acompañado por el despreciable brigadier Ceballos.
Entretanto, otros nombres en el Ejército de la Unión destacan por sus contribuciones hasta entonces, como Rafael Urdaneta, José Félix Ribas, Manuel Cedeño, José Francisco Bermúdez, Antonio José de Sucre, Ambrosio Plaza, Manuel Valdez, Diego Jalón, Florencio Palacios, Leandro Palacios, Pedro María Freites, Carlos Soublette, José Gregorio Monagas, José Tadeo Monagas, José María Carreño, Fernando Figueredo, Francisco Carvajal, Pedro Briceño Méndez, Juan Jacinto Lara, Mariano Montilla, Juan Salías, Pedro Salías y José Félix Blanco. Dos grandes ausentes a esta memorable cita, por los patriotas, fueron Manuel Piar ya que se encontraba realizando operaciones en el oriente del país y José Antonio Páez, como capitán, estaba ocupado militarmente en Mérida.
La acción heroica de Bolívar y sus hombres resistió por más de 5 horas con tan solo 20 bajas. Se conformaron en 5.000 soldados repartidos en 5 divisiones. Los realistas, quienes se apostaron frente al cerro Las Hermanas con 6.000 hombres y 7 cañones dejaron 300 muertos y huyeron hacia San Carlos y Barquisimeto, principalmente. Tras obtener el Libertador resultados favorables todo ese arsenal, provisiones, artillería, bestias, prisioneros elevó su moral junto a hombres de su entorno y tropas pero no fue un triunfo decisivo, pues el verdadero terror se levantaría con el caudillo José Tomás Boves al frente de miles de pardos descamisados, mayoritariamente procedente de los llanos venezolanos, donde, para entonces, los oficiales patriotas aún no miraban la lucha independentista con óptica igualitaria.
Ahora Bolívar de frente a Valencia
Esta batalla fue producto de una campaña ideada y liderada por Bolívar con tal de no dar mejores oportunidades al Ejército Realista, compuesto por una mayor cantidad de hombres y armas distribuidos de modo táctico en varias provincias de Venezuela, en comparación indudablemente con el bando republicano.
A diferencia de 1814 el Libertador llega nuevamente a las sabanas de Carabobo procedente de San Carlos, dándose cuenta en lo más alto del Cerro Buena Vista, de la formación del Mariscal Miguel de la Torre al cerrarle los caminos en sentido hacia Valencia.
El plan de Bolívar estaba establecido desde agosto de 1820 en combatir a las tropas realistas con tres divisiones. En este caso se conoció la primera y segunda división estaban al mando de los generales José Antonio Páez y Manuel Cedeño, y la tercera comandada por el coronel Ambrosio Plaza.
El motivo esencial de tal estrategia era dejar a De la Torre sin la llegada de refuerzos venidos de los llanos, occidente, Caracas y Margarita. Para ello asignó figuras militares de la talla del coronel Cruz Carrillo, general Rafael Urdaneta, general José Francisco Bermúdez y general Juan Bautista Arismendi a crear movimientos distractores a fin de no llegar a unírseles formaciones militares al punto crítico de la Batalla.
Con esta ejemplar contienda, en la que finalmente queda envuelto el ejército español y en poco más de una hora es destrozada toda capacidad de maniobra ordenada por oficiales y seguida por tropas súbditas al Rey frente al cerro Las Hermanas, se abraza hasta la eternidad la independencia política de Venezuela. Este glorioso triunfo, de igual manera, representa el tamaño del esfuerzo con que hombres y mujeres se combinaron en equipo para sortear diversos factores coyunturales y de allí impulsar el proyecto de liberación definitiva de los pueblos de la América del Sur.
El objetivo de la investigación
Entre los planteles con los cuales se espera cumplir el recordatorio por el 211° aniversario de la Primera Batalla de Carabobo ocurrida el 28 de mayo de 1814, se han hecho interesantes actividades previas al acto fijado este próximo 30.
Aparte de un breve montaje de la Batalla de 1821 por parte de un elenco actoral de estudiantes del Complejo Educativo Antonio Sandoval, se ha realizado un pequeño estudio cuyo objetivo principal consiste en Identificar influencias de las Batallas de Carabobo en el ideario de jóvenes estudiantes de 2do a 4to año de educación media general en planteles ubicados alrededor del reinaugurado complejo deportivo Batalla de Carabobo en la Isabelica ante la presencia de valores neocoloniales.
Para ello nos interesa saber con qué imágenes asocian los estudiantes su mente cuando oyen hablar de la Batalla de Carabobo. Si es por medio de pinturas, dibujos, esculturas, desfiles, obras teatrales, clases en aula, películas u otras.
Si han visitado alguna vez el Campo Inmortal de Carabobo.
Otra información que necesitamos es conocer de ellos si reconocen sí o no a altos oficiales presentes en la Campaña de Carabobo de 1821.
También de si hay conciencia de la existencia de dos batallas ocurridas en la misma sabana de Carabobo.
Como una manera de enaltecer los valores regionales y en aras de fomentar la identidad local saber de ellos si han oído mencionar a Miguel Borrás, oficial nacido en Valencia con el mayor rango presente en la decisiva de Carabobo
Y, por último, a qué obedece la importancia del epónimo Batalla de Carabobo para las actuales y futuras generaciones, opinión ésta que sólo los jóvenes en el estudio nos podrían revelar.
Con este trabajo esperamos, una vez finalizado, poder compartir opiniones, mesas de trabajos, ideas, estrategias, acuerdos, sugerencias que nutran aún más los valores intrínsecos de nuestra malograda identidad. De por sí, para este tipo de evento académico, hemos extendido la invitación a historiadores dedicados a preservar la identidad de la memoria de los pueblos americanos, especialmente del proceso de emancipación como muy bien toca en esta ocasión el turno al profesor Miguel Ángel Da Silva, quien disertará sobre la Primera Batalla de Carabobo. La cita será este 30 de mayo, a las 9:00 am, en la Unidad Educativa Mercedes Santana (MPPE), en la urbanización La Isabelica.