El 10 de mayo de 1795, la Sierra de Coro, en el actual estado Falcón, fue escenario de una de las rebeliones más significativas contra el orden colonial español en Venezuela. Liderada por José Leonardo Chirino, un zambo libre que trabajaba como jornalero, esta insurrección representó un poderoso clamor por la abolición de la esclavitud y la supresión de los onerosos impuestos que oprimían a las clases populares, especialmente a la población negra y mestiza. Inspirado por los ecos de la Revolución sa y la rebelión haitiana, Chirino, junto a José Caridad González, un africano loango, conocedor de las ideas revolucionarias, organizó un movimiento que buscaba implementar la "ley de los ses", es decir, los principios de igualdad y libertad. 3q62f
La chispa de la rebelión se encendió en la hacienda Macanillas. Aprovechando una celebración, Chirino y sus seguidores proclamaron la libertad de los esclavos y se alzaron en armas contra los terratenientes y las autoridades coloniales. El movimiento se extendió rápidamente por la serranía, atacando haciendas, liberando esclavos y enfrentándose a los símbolos del poder español. Los rebeldes buscaban no solo la libertad personal, sino también la eliminación de la alcabala, un impuesto al comercio que afectaba duramente a los pequeños productores y comerciantes, y la instauración de una república igualitaria.
A pesar del fervor inicial y la valentía de los insurrectos, la respuesta de las autoridades coloniales fue rápida y brutal. Organizaron milicias bien armadas que superaron fácilmente a los rebeldes, quienes contaban con armamento precario. Tras un breve pero intenso combate, el movimiento fue sofocado. Muchos seguidores de Chirino murieron en la lucha o fueron capturados y ejecutados sumariamente. José Leonardo Chirino logró escapar inicialmente, pero fue traicionado y capturado meses después. Trasladado a Caracas, fue juzgado y condenado a muerte en la horca. Su ejecución tuvo lugar el 10 de diciembre de 1796 en la Plaza Mayor de Caracas; su cuerpo fue descuartizado y sus partes exhibidas en distintos puntos como una macabra advertencia contra futuras rebeliones.
Aunque la insurrección de José Leonardo Chirino fue militarmente derrotada, su impacto histórico es innegable. Es considerada uno de los movimientos precursores más importantes de la independencia de Venezuela, al poner de manifiesto las profundas contradicciones sociales y raciales del sistema colonial y al articular demandas claras por la libertad y la igualdad. La rebelión de Chirino se convirtió en un símbolo de la resistencia contra la opresión y la lucha por los derechos de la población descendiente de africanos esclavizados. En reconocimiento a su legado, cada 10 de mayo se conmemora en Venezuela el Día de la Afro-venezolanidad, recordando la valentía de Chirino y su grito por la libertad en la Sierra Coriana.