La vicepresidenta Delcy Rodríguez señaló que el libro From Desting to Prosperity (Destino de la Prosperidad) de Rafael Trotman, quien se desempeñó como ministro de gobernanza y los recursos naturales de Guyana; prácticamente el autor del libro, abrió el ventilador y escribió lo que debía y lo que no debía escribir, sobre la triada existente entre los Estados Unidos, la ExxonMobil y Guyana; revelando detalles graves que estaban ocultos y otros que son de libre conocimiento. La vicepresidenta da “las gracias por todos los detalles que usted suministra sobre como Guyana, Estados Unidos y la ExxonMobil, planificaron llevar el caso del Esequibo a la Corte Internacional de justicia, sin el consentimiento de Venezuela y en grave violación al Acuerdo de Ginebra. 514h3t
La ExxonMobil pagó abogados de Guyana y todo el lobby para que junto a la democracia imperial influyeran en la ONU. Gracias…gracias por tanta información relevante, sobre este nuevo crimen a 125 años del Laudo Arbitral de París en 1899”. Ante estas evidencias la vicepresidenta Rodríguez suministro el pasado 12 de mayo ante la Corte Internacional de Justicia un documento que ratifica la verdad histórica del territorio Esequibo y que demuestra que Venezuela es en forma inobjetable, única y que le asiste la razón de ser el dueño absoluto de la Guyana Esequiba. En todos estos dimes y diretes el exministro guyanés Rafhael Trotman en tono irónico le agradecía a la vicepresidenta el hecho de haber mostrado públicamente su libro cuando ingresaba a la sede de la Corte Internacional de Justicia de la Haya; a la que le respondió la vice: “No hay crimen perfecto. A confesión de parte relevo de pruebas”
Mientras que la Corporación petrolera tiene el ojo pelado con la seguridad nacional, sale adelante ante cualquier objeción que lance Venezuela, siempre colocando por delante el pinchazo de las “agresiones”. En todo caso observamos y no cabe la menor duda, que más allá de la alianza técnica y comercial de esa empresa y Guyana, la mayor parte de su accionar está en agriar las relaciones con nuestro país, algunas veces lo hacen a través de supuestos ataques contra tropas guyaneses, siendo simplemente operaciones de falsa bandera dirigidas para victimizar al gobierno de Guyana.