8 de junio de 2025.- Cuando Robert Martínez, de 73 años, se mudó de Miami a Santo Domingo en 2023, se unió a una creciente ola de jubilados estadounidenses que descubrieron una verdad inquietante: su migración a la República Dominicana está alimentando algo más que sus sueños de jubilación. Tras el requisito de $1,500 de ingresos mensuales para las visas de jubilación se esconde una compleja red de explotación económica que la mayoría de los jubilados desconocen, Informó Journee-mondiale.com.
La economía oculta que impulsa la migración de jubilados estadounidenses
El programa de visas de jubilación de la República Dominicana atrae a aproximadamente 3,000 nuevos jubilados estadounidenses anualmente, cada uno de los cuales debe demostrar ingresos mensuales constantes que superan el salario promedio local en un 400%. Este requisito, aparentemente sencillo, crea un desequilibrio de poder inmediato que repercute en las comunidades locales.
Lo que hace que esta migración sea particularmente preocupante es su intersección con la industria legal del turismo sexual en el país. A diferencia de los países caribeños vecinos, la República Dominicana permite la prostitución regulada, lo que crea un entorno donde los jubilados adinerados pueden explotar la desesperación económica con impunidad legal.
“El proceso de visas de jubilación filtra inadvertidamente a personas con ingresos disponibles en un país donde el 30% de la población vive por debajo del umbral de pobreza”, explica la Dra. Carmen Valdez, investigadora en migración. Esta disparidad facilita lo que los expertos denominan “explotación de relaciones financieras”.