La resistencia combativa a las redadas y deportaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Los Ángeles continuó el domingo 8 y el lunes 9 de junio. Decenas de miles de trabajadores de la ciudad salieron a las calles, liderados por jóvenes latinos, y se plantaron contra la policía en los centros de detención. w1y3p
La policía, algunos de los cuales iban a caballo, lanzó granadas aturdidoras y balas de goma, arrestando a 27 personas. Los manifestantes lanzaron botellas y piedras, usaron máscaras y kufiyas para protegerse y apoyar a Palestina, desafiando la orden de Donald Trump de no usar mascaras. Miles tomaron la autopista 110, vitoreando, marchando y ondeando banderas mexicanas y palestinas. Los manifestantes lanzaron objetos desde un puente por encima de la policía, rompiendo los parabrisas de sus vehículos.
Cuando entrevisté diferentes personas en la calle, dijeron que querían que “ICE se fuera” y tenían claro que la policía estaba provocando deliberadamente enfrentamientos con los manifestantes.
Las manifestaciones del domingo también estuvieron llenas de alegría. Los manifestantes bailaron en fila frente a la línea policial y cantaron el éxito de Selena (una cantante estadounidense de ascendencia mexicana que falleció en 1995), "Bidi Bidi Bom Bom". Un manifestante comentó "Selena estaría aquí con nosotros". Una vendedora de Raspa Hielo (hielo mexicano) bromeó: "¡Este es el buen ICE!" jugando con la palabra hielo en inglés (ICE) y la sigla del odiado Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). La gente llevó a sus hijos a la primera línea para explicarles por qué la policía atacaba a la comunidad. Una persona recorrió la protesta con una carreta llena de agua fría gratuita, bocadillos de fruta, barras de granola y mascarillas.
Cuando la policía disparaba proyectiles a los manifestantes, alguien gritaba "¡Médico!" y en cuestión de segundos llegaba un equipo de médicos de calle para proporcionar agua, vendas y ungüento, además de apoyo social para quienes estaban estresados por los combates. Hubo muchos momentos de solidaridad.
Las protestas continuaron durante toda la noche. Un partidario derechista de Trump intentó atropellar a los manifestantes con su miniván, pero afortunadamente lograron evadir esta violencia imprudente. La derecha quizá se esté dando cuenta de que Trump no ha podido contener ni puede contener el levantamiento, por lo que estas fuerzas reaccionarias se están encargando de atacar.
Por eso, este levantamiento necesita una organización independiente de los trabajadores: necesitamos defender a la comunidad con mayor intensidad contra el ICE, las redadas, la guardia nacional y la derecha. La clase trabajadora, y en particular el movimiento obrero, deben asumir esta lucha. Solo así podremos liberar a David Huerta , así como defender a la juventud en las calles y a nuestros hermanos inmigrantes. Y unir la lucha con la lucha por Palestina sería más incendiario que cualquier patrulla en llamas.
Pero lo que faltó durante el fin de semana fueron señales visibles del movimiento obrero. La gente coreaba "¡Libertad para David Huerta!" y alzaba el puño al ver mi camiseta de SEIU 721. Era evidente que muchos en la multitud comprendían la importancia del trabajo. Pero otros de SEIU llegaron sin pancartas ni camisetas sindicales. Hemos estado en primera línea durante las huelgas y nos hemos enfrentado a la policía. Ahora, también nos corresponde a nosotros unir a nuestros compañeros para que acudan a las manifestaciones y nos defendamos del ICE. Una herida a uno es una herida a todos.
El lunes, las protestas pudieron haber disminuido en comparación con el fin de semana. Pero la lucha no ha terminado, y la gente se está organizando en todo el país para exigir no solo la liberación de los arrestados, incluyendo a Huerta, sino también la salida de ICE de nuestras comunidades y el fin de la guerra contra nuestros hermanos inmigrantes. Para que esto sea una realidad, necesitamos la unidad total entre nuestros sindicatos, los movimientos sociales y los movimientos estudiantiles, luchando en las calles y en nuestros lugares de trabajo para poner fin a este régimen bipartidista reaccionario y a su agenda violenta, antiobrera y antiinmigrante.
*Miembro del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU) y de Left Voice