Reseña del libro: Hegel, Marx y Dugin. Una Dialéctica Frustrada, de Pierre Le Vigan. Editorial Letras Inquietas, Cenicero (La Rioja), marzo de 2025. 5k4n18
Si usted quiere tener a mano un libro breve, didáctico y exacto en el cual se le explique qué es la dialéctica, éste del que les hablo es el adecuado.
Pierre Le Vigan, francés nacido en 1956, es urbanista y ensayista. Su obra filosófica es amplia, y ha explorado la cosificación del hombre en numerosas publicaciones. Se le suele asociar a la Nueva Derecha sa tanto por los temas abordados como por las publicaciones de esta corriente, hoy heteróclita, impulsada en su momento por el gran trío que fue Alain de Benoist, Guillaume Faye y Robert Steuckers. Como ya he dejado por escrito en otras ocasiones, es la labor intelectual de esta Nueva Derecha la que, paradójicamente, ha recuperado temas clásicos que habrían de seguir siendo objeto de la izquierda intelectual y que actualmente ha abandonado: la alienación, la explotación económica, la dialéctica, el capitalismo… Pero la izquierda "gentrificada" (por usar una expresión del profesor Armando Fernández Steinko), que es la hegemónica hoy, ha abandonado y hasta despreciado tales problemas de gran calado ontológico, entregada como está a su onanismo verbal: "interseccionalidad", "woke", "resignificar", "re-evaluar", "queer". ¿Quién comprende el significado de estos "palabros"? No hay quien lo comprenda porque no significan nada. No son nada. Son productos de una vida universitaria degradada, plegada al Gran Capital.
En vez de afilar y crear armas intelectuales para combatir al Gran Capital, lo apuntalan desviando la atención hacia minorías victimistas y victimizadas. Mientras mueren millones de personas de hambre por un intercambio desigual injusto entre los países, por ejemplo, esta izquierda posmoderna se desvive por los derechos de personas (muchas, millonarias) "que no están a gusto con su cuerpo" o "no se reconcilian con su identidad asignada". El proceso degenerativo de la izquierda, convertida en "woke" es deleznable.
Gran parte de la labor de quienes trabajan en ese ámbito de la "Nueva Derecha", especialmente en Francia, país que junto a Italia conservó hasta ahora unos altos niveles académicos, consiste, en realidad, en una reapropiación de nuestras altas cumbres filosóficas. Hegel, Marx, Nietzsche, Spengler… son manantiales inagotables para recuperar nuestra identidad europea, para luchar contra la hidra neoliberal, para poner freno a la cosificación del hombre, para devolver a la cultura los grandes valores de la Verdad, la Belleza, la Justicia. En suma, se trata de una labor restauradora colosal, santa y urgente. Son autores que hacen justamente aquello que la izquierda neoliberal y posmoderna ha dejado de hacer.
Como decía arriba, la dialéctica se muestra en este libro con gran claridad divulgativa. ¿Qué es la dialéctica? Ella es la gran avenida por la que discurre el pensamiento posterior a Kant. A un tiempo es un método y una concepción de la realidad. La dialéctica nos habla de una realidad en sí misma conflictiva, una realidad en movimiento en la cual las cosas y los estados de cosas no vienen nunca "dados": todo debe ganarse. La lucha de opuestos y la superación de los mismos es la concepción dialéctica. Aunque poseemos lejanos precedentes en la filosofía griega (Heráclito, Platón), es Fichte quien expone con claridad la dialéctica en el sentido contemporáneo, si bien limitada al movimiento del Yo, un movimiento mental y práctico a la vez. La realidad solamente podría comprenderse a la luz de ese movimiento del Yo que "pone" al No-Yo (la naturaleza) y que, inmediatamente lo des-cosifica (haciéndolo suyo, pensándolo y transformándolo), y al hacerse un No-Yo "yoificado", se supera y se erige como Yo Absoluto. Todo Hegel se preanuncia en el idealismo de Fichte, pero Hegel es un idealista que va mucho más allá de Fichte. Toda la realidad, como explica Le Vigan, es Espíritu desde el propio punto de partida. El comienzo de la dialéctica hegeliana es un dualismo intolerable que el Espíritu necesita superar. El dualismo del inicio conduce a un monismo como resultado.
En Marx también hay dialéctica. La hay del principio hasta el fin, y no solo al principio como quería Althusser. Pero, como explica Pierre Le Vigan, es una dialéctica diferente a la de su gran maestro Hegel. El punto de partida de Marx es el monismo materialista, y no un Espíritu sin reconciliar con la naturaleza y necesitado de hacerlo para apropiarse de ella y superarla, tornándose creador, que es en síntesis el hegelianismo. En Marx, el hombre ya es naturaleza y forma parte de ella. Pero como es naturaleza consciente, el dualismo o la hendidura viene después (y no como premisa, al modo hegeliano). No obstante, hay también superación: aufhebung. El hombre debe superar su condición "animal" por medio del trabajo. Trabajando, transforma la naturaleza y se vuelve creador: no es un mero animal mamífero que produce lo que necesitan él, su prole y su especie. Es un demiurgo que transforma lo que le rodea, es naturaleza transformándose a sí misma. En este sentido, el hombre es "ser genérico" (Gattungwessen): ser creador que supera la escisión entre su corporeidad animal y los objetos de su entorno, ante los que no se somete ni se adapta, sino que más bien domina y obliga a adaptarse.
Cabe señalar que el título de esta obra no refleja proporcionalmente la presencia de los tres filósofos mencionados. No espere el lector un tratamiento profundo ni extenso de la filosofía del ruso Duguin. Casi aparece incidentalmente –él y su hija Daria, asesinada salvajemente por oscuras fuerzas que tienen que ver con el "demócrata" Zelensky y la OTAN. Esta conexión entre Duguin, el padre de la 4ª Teoría Política, y los gigantes de la dialéctica que son Hegel y Marx, habría sido empresa de gran interés para el lector, pero no se recoge aquí apenas.
No obstante reitero lo dicho al inicio. Es muy buena cosa conocer a Le Vigan, y el libro se puede leer como una magnífica introducción a la dialéctica. El prefacio, también jugoso, es de José Antonio Bielsa, otro clásico del pensamiento disidente español.
