Informe sobre la Informalidad Laboral en Venezuela y su contexto regional (2024-2025) 302s45

Introducción 1v3l1g

La informalidad laboral es un fenómeno estructural y persistente en muchas economías de América Latina, pero ha adquirido dimensiones particularmente críticas en Venezuela durante la última década. Se entiende por empleo informal aquel que no se ajusta al marco legal y normativo del país, lo que implica, para el trabajador, la ausencia de contratos formales, protección social (seguro de salud, pensiones), estabilidad laboral y otros beneficios asociados al empleo formal. Este informe tiene como objetivo analizar la situación actual de la informalidad laboral en Venezuela, presentar datos recientes, compararlos con el panorama regional y discutir sus principales causas y consecuencias.

1. Situación actual de la informalidad en Venezuela

Venezuela enfrenta una de las tasas de informalidad laboral más elevadas de América Latina. Diversas fuentes y estimaciones recientes pintan un cuadro preocupante:

  • Tasas elevadas y persistentes:

    • Según estimaciones de la consultora financiera Ecoanalítica (información de principios de 2025), Venezuela se posiciona como el cuarto país de Latinoamérica con mayor tasa de informalidad laboral, alcanzando un 70%, frente a un promedio regional del 50%.

    • La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), citada por el economista Armando Pernía en agosto de 2024, indicaba que alrededor del 48% de la población venezolana "trabaja por cuenta propia y ejerce una economía informal". Esta misma fuente señala que la proporción de informalidad laboral en Venezuela es superior al 48%, claramente por encima del promedio latinoamericano.

    • Una perspectiva más reciente, según estudio de Poli-data.com (mayo de 2025), sugiere que cerca de más del 60% de la economía venezolana no se está registrando formalmente, abarcando no solo el comercio sino también la producción y manufactura, sectores donde antes era menos común.

    • Aunque algunos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) mostraban una reversión de la caída de la informalidad a partir de 2014 (41.6%) hasta alcanzar el 45.2% del empleo total en 2018, investigaciones más recientes del IIES UCAB, citadas en noviembre de 2021, llegaron a estimar la informalidad laboral en un alarmante 84.5%.

  • Características de la Informalidad Venezolana:

    • Trabajo por cuenta propia: Una gran proporción de los trabajadores informales lo hacen por cuenta propia, como respuesta a la "escasa oferta laboral y salarios insuficientes" en el sector formal. En 2020, los ocupados por cuenta propia representaban el 45% del total de empleados, un aumento significativo desde el 31% en 2014.

    • Precariedad: El trabajo informal se caracteriza por su precariedad, lo que afecta los patrones de consumo y debilita la economía en general. Los trabajadores informales a menudo enfrentan bajos ingresos y ausencia de beneficios laborales.

    • Concentración en ciertos sectores: Históricamente, el comercio ha sido un sector con alta informalidad. Sin embargo, más recientemente, se observa un auge en la informalidad incluso en sectores de producción y manufactura. Los sectores clave como construcción, comercio, manufactura y servicios, que en 2015 representaban el 23% de los empleos, se redujeron al 10% en 2021, reflejando una economía menos diversificada y un enfoque en actividades de supervivencia.

    • Pobreza: Existe una fuerte correlación entre informalidad y pobreza. En Venezuela, el porcentaje de pobres informales es muy cercano al promedio de la región y significativamente superior al porcentaje de pobres en el sector formal. Los trabajadores informales tienen entre 2 y 5 veces más probabilidades de ser pobres.

  • Factores impulsores de la informalidad en Venezuela:

    • Contracción económica severa: La pérdida del 70% del PIB en la última década es un factor determinante, llevando al aumento de la emigración y al crecimiento de la informalidad como producto de la precarización económica.

    • Escasa oferta de empleo formal: La drástica caída de sectores como el industrial (operando por debajo del 40% de su capacidad) y la construcción (por debajo del 8%) ha mermado significativamente la creación de empleos formales.

    • Salarios insuficientes en el Sector Formal: Los bajos salarios en el sector formal impulsan a las personas a buscar alternativas en la informalidad para cubrir sus necesidades básicas.

    • Marco institucional y regulatorio inadecuado: Dificultades para registrar empresas, obtener permisos de operación, una regulación laboral inalcanzable y una excesiva presión tributaria para las empresas formales incentivan la informalidad. Mucho de lo que opera en Venezuela es "de facto" debido a un entramado legislativo y regulatorio no adecuado al dinamismo económico actual.

    • Deterioro de la educación y capacitación: Aunque no es exclusivo de Venezuela, bajos niveles de educación y habilidades pueden limitar el al empleo formal.

2. Comparación Regional

La informalidad laboral es un desafío extendido en América Latina y el Caribe.

  • Promedio regional: La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló que la tasa de informalidad laboral en la región para 2024 se estimaba en un 47.6%, ligeramente menor que el 48% de 2023. Esto significa que casi uno de cada dos personas ocupadas en la región trabaja en condiciones de informalidad.

  • Posición de Venezuela: Con tasas estimadas entre el 48% (Encovi, más conservadora y posiblemente enfocada en "cuenta propia"), el 70% (Ecoanalítica) e incluso superiores según estudios universitarios, Venezuela se sitúa consistentemente por encima del promedio regional. Esto la coloca entre los países con mayor proporción de empleo informal en Latinoamérica.

3. Consecuencias de la elevada informalidad en Venezuela

La alta tasa de informalidad tiene múltiples efectos negativos para la economía y la sociedad venezolana:

  • Para los trabajadores:

    • Bajos e inestables ingresos: La mayoría de los trabajadores informales perciben ingresos inferiores a los del sector formal y con mayor volatilidad.

    • Ausencia de protección social: Carecen de a seguridad social (salud, pensiones), vacaciones pagadas, licencias por enfermedad, y otros beneficios laborales.

    • Condiciones laborales precarias: Mayor exposición a riesgos laborales y menor estabilidad en el empleo.

    • Limitado desarrollo profesional: Menor a capacitación y desarrollo de carrera, perpetuando un ciclo de baja productividad.

  • Para la economía y productividad:

    • Baja productividad: Las unidades económicas informales suelen ser de pequeña escala, con bajo a capital, tecnología y mercados, lo que resulta en menor productividad.

    • Obstáculo al crecimiento económico: Una economía con alta informalidad tiene dificultades para crecer de manera sostenida y diversificada. Se enfoca en actividades de supervivencia que no generan gran valor agregado.

    • Competencia desleal: Las empresas formales enfrentan una competencia desleal por parte de unidades informales que evaden costos regulatorios y tributarios.

  • Para las finanzas públicas:

    • Menor recaudación fiscal: La informalidad reduce la base tributaria (impuesto sobre la renta, contribuciones a la seguridad social), lo que limita la capacidad del Estado para financiar servicios públicos esenciales como educación, salud e infraestructura. Esto es particularmente relevante en un contexto donde se reporta un aumento en la recaudación de impuestos en el sector formal, que soporta un mayor peso tributario.

  • Implicaciones sociales:

    • Aumento de la pobreza y desigualdad: La informalidad está estrechamente ligada a mayores niveles de pobreza y desigualdad de ingresos.

    • Exclusión social: Dificulta la integración plena de los trabajadores en la sociedad y el a mecanismos de movilidad social.

    • Trabajo infantil: En contextos de alta informalidad y pobreza, puede haber un incremento del trabajo infantil, con niños abandonando la escuela para contribuir al ingreso familiar.

4. Consideraciones finales

Los datos disponibles, tanto de fuentes nacionales (estudios universitarios, encuestas como Encovi) como de análisis basados en comparativas regionales e internacionales, confirman que Venezuela presenta una de las tasas de informalidad laboral más altas de América Latina, superando ampliamente el promedio regional. Las estimaciones más recientes la sitúan entre un 48% y más del 70% de la población ocupada, con algunas investigaciones sugiriendo cifras aún mayores en el pasado reciente.

Esta masiva informalidad es el resultado directo de una crisis económica prolongada y profunda, la contracción del sector formal, la insuficiencia de los salarios, y un marco regulatorio e institucional que no favorece la formalización. Las consecuencias son graves: precarización del empleo, baja productividad, menor recaudación fiscal, aumento de la pobreza y la desigualdad, y un freno al desarrollo sostenible del país.

Abordar este problema requiere un enfoque integral que vaya más allá de medidas paliativas. Es fundamental la creación de un entorno macroeconómico estable, políticas que incentiven la inversión y la creación de empleos formales de calidad, la simplificación de trámites para la formalización de empresas, la revisión del marco regulatorio laboral y tributario, y programas de capacitación y reconversión laboral. Mientras persistan las actuales condiciones económicas y la falta de oportunidades en el sector formal, la informalidad seguirá siendo la estrategia de supervivencia para una gran parte de la población venezolana.

Correo: [email protected]



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Andrés Giussepe 264766

Doctor en Gerencia, Especialista en Política y Comercio Petrolero Internacional y Economista de la Universidad Central de Venezuela. Secretario Nacional del Movimiento Profesionales de Venezuela.

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