Los acontecimientos históricos no lo decretan los analistas, intelectuales o teóricos de una época en cuestión, simplemente ocurren, a pesar del desconcierto que causan a las arcaicas estructuras del pensamiento dominante, los signos se nos revelan con una autoridad superior y van marcando el ritmo de los innumerables eventos sucediendo con tal rapidez que toman por asalto a las clases perfumadas de las naciones. 4m5n4y
Tal es esta verdad, que contamos con un abundante dosier de testimonios históricos. ¿Quién en su tiempo hubiese pensado en el derrumbe del bloque soviético por medio a la perestroika en la década del 1980 o en el declive de la revolución cultural de Mao Tse-Tung en la China comunista, tras la eclosión social en la plaza de Tiananmén en 1989? ¿O en el derrumbe del muro Berlín, unificando Alemania tras una separación de 28 años? Y todos estos trascendentales episodios dejaron atónitos al mundo de entonces.
La historia no se detiene y con cada uno de sus pasos configura el porvenir de los pueblos, sus pensamientos tendenciales y sus bases organizacionales. ¿Quién viviendo en ese tiempo no fue estremecido aquel 1 de enero del año 1959, cuando los rebeldes de tupidas barbas liderados por el joven revolucionario Fidel Castro, acompañado de los icónicos Camilo Cien Fuegos y el argentino Ernesto "Che" Guevara de la Serna, llegaron a la ciudad de la Habana triunfantes en medio de un mar de pueblo?
Así se fue trocando una etapa caracterizada por la persecución despiadada de los que con sus vidas de martirios dibujaron las ideas de libertades y justicia social aún pendientes de ser conquistadas. En Dominicana se nos impuso la dictadura encubierta de democracia representativa, mientras que a nuestro hermano Haití, dictaduras sangrientas y despiadadas. Detrás de cada una de ellas, debajo de sus guantes de sedas, el imperio satanista, quien con astucia nos intervenía cultural y espiritualmente con su agenda infernal.
Duarte nutrió su ser libertario de la epopeya independentista haitiana, se inspiró en la iración que sentía por su heroísmo y valor. "Yo iro al pueblo haitiano, veo como vence y sale de la triste condición de esclavo para constituirse en nación libre e independiente. Le reconozco poseedor de dos virtudes eminentes: El amor a la libertad y el valor, pero los dominicanos que en tantas ocasiones han vertido su sangre, ¿lo habrán hecho solo para sellar la afrenta de que en premio de sus sacrificios le otorguen sus dominadores la gracia de besarles la mano? ¡No más humillación! ¡No más vergüenza!", Juan Pablo Duarte y Díez.
El pueblo haitiano ha pasado de la esclavitud despiadada y sanguinaria, a una libertad encadenada, Francia obligó a la primera nación independiente de América Latina y el Caribe, al pago criminal de una multimillonaria indemnización por su libertad, negándoles así toda posibilidad de progreso. Luego se sumaron los Estados Unidos de Norteamérica y Canadá, este último funge como país operario de extracción minera para el Reino Unido. El hermano pueblo haitiano ha tenido que pagar un precio muy alto desde entonces.
La actual crisis en el que se encuentra sumergido el hermano Haití apunta a esas potencias antes mencionadas, que siendo manejadas por una elite sumergida en la más extrema perversión, hicieron de Haití la nación más empobrecida del hemisferio occidental y una de las más pobres del mundo. Todos los que piden una intervención de pacificación para Haití, lo que en verdad están solicitando es una intervención militar para contener una revuelta armada que cada vez reúne más visos de revolución armada.
¿Cuántas misiones de pacificación ha tenido Haití? ¿Y que se ha resuelto con estas? ¿Se logró sacar de la miseria extrema a su sufriente pueblo, de ese estado asqueante de insalubridad en el que viven las grandes mayorías de familias, se avanzó en la educación del pueblo, se dignificó las viviendas de los haitianos, y en materia de salud se logró un sistema sanitario humano e incluyente? Por supuesto que no, solo hacer más ricas a esa elite satanista internacional, a la oligarquía haitiana (extranjeros) que la representa y a los políticos corruptos que su prioridad solo es acumular riquezas para adquirir propiedades en Francia, Canadá, Estados Unidos de Norteamérica y otros destinos.
La unión fraternal de China y Rusia ha causado un movimiento telúrico en el orden geopolítico actual, su presencia en la región es un factor promisorio para los pueblos de América Latina y el Caribe, y resulta un muro de contención a los afanes de esa élite satanista de lograr una misión pacificadora para el hermano Haití, en procura de contener o eliminar la influencia de lo que ellos llaman pandillas, cuando los verdaderos pandilleros son esa elite perversa, satanista, oligarca y política traidora, quienes se han enriquecido a costa del sufrimiento del empobrecido pueblo haitiano.
Del caos ha emergido la esperanza de un cambio de rumbo, de las tinieblas la luz resplandeciente de un hombre que de perseguidor de las pandillas, cuando era funcionario de la policía, se lanzó a persuadirlas, conquistándolas para alcanzar un fin superior, la redención definitiva del pueblo valeroso de Haití. Jimmy Cherizier a quien apodan Barbecue, no es un pandillero, es un patriota, que le duele su gente, su pueblo y que está determinado acabar con un sistema injusto, sumido en una de las peores redes criminales operando desde el estado fallido mismo, a conveniencia.
La prensa occidental ha orquestado una campaña mediática difamadora contra Barbecue, solo porque se ha puesto al frente de una empresa gigantesca, redimir a Haití. Los medios de comunicación dominicanos cautivos de la oligarquía satanista dominicana, igual se encuentran desesperados, sin saber qué hacer, se sienten acorralados, perdidos y ya ni saben que mentiras inventar, la verdad va saliendo a la luz.
Jimmy Cheriezer es un líder valiente, predica con su ejemplo, protege a los pobladores en su territorio y se queja que cuando es entrevistado por la prensa extranjera y publican su entrevista, dicen totalmente lo contrario a lo declarado por él. De acuerdo a sus propias palabras solo salió fuera del territorio haitiano a la República de Dominicana por cuestiones laborales, y no aspira a vivir fuera de Haití, siempre está abierto a un dialogo conveniente y por el bien de su pueblo, en sus palabras la violencia no es la solución.
Si, así se expresa el líder de una red de grupos armados revolucionarios apodado Barbecue, cuando sus entrevistas la difunden sin alteraciones. Más cuando son distribuidas por la prensa bajo el control oligarca, con voz en off del entrevistador, diciendo del Hermano e Hijo de Dios Jimmy, cuantas cosas se inventan para venderlo al público como lo que no es y nunca ha sido.
Mientras las autoridades dominicanas sigan viendo la situación que padece el hermano Haití a través del cristal de Gilbert Bigio, los Clinton, y demás yerbas aromáticas padecerán la incomprensión del fenómeno y les costará el poder político. Marcos Rubio tiene sus manos atadas, el presidente Trump de los EEUU, es un aliado del Zar de La Federación de Rusia, Vladimir Putin, quien lleva la tutela junto al presidente de China, Xi Jinping, del mundo nuevo que va emergiendo en Haití y Dominicana.
