La presencia de Chevron en Venezuela es un tema que trasciende lo meramente económico, adentrándose en el ámbito político y geopolítico. Desde su llegada al país en la década de 1920, la empresa petrolera estadounidense ha sido un actor clave en la industria energética venezolana. Sin embargo, en los últimos años, su operación se ha visto marcada por las sanciones impuestas por Estados Unidos, las tensiones políticas entre Washington y Caracas, y la profunda guerra económica que atraviesa Venezuela. La reciente decisión de Donald Trump de revocar la licencia que permite a Chevron operar, añade un nuevo capítulo a esta compleja relación, con implicaciones tanto para Venezuela como para Estados Unidos y la falta de confianza que genera la nueva istración en seguridad jurídica para sus propias empresas. A pesar de la revocación de la licencia por parte de Trump, es probable que las licencias de Chevron en Venezuela sean renovadas en el futuro. La razón principal es que no hay actores económicos ni políticos fiables en Caracas que puedan representar los intereses de Washington de manera efectiva, es decir un cambio de gobierno. La istración estadounidense se verá obligada a volver a la mesa de negociación, donde entrarán en juego otras conversaciones que podrían dejar por fuera los intereses de la istración del ex-presidente Joe Biden. Estados Unidos ha demostrado en el mundo que necesita petróleo, especialmente después de lograr acuerdos con la OPEP para reducir los precios del crudo. Entonces, la necesidad del petróleo venezolano, aunque limitada, sigue siendo un factor importante en su estrategia energética global. 2t734w
Por ende, la renovación de las licencias de Chevron no solo beneficiaría a Venezuela, sino que también permitiría a Estados Unidos mantener cierta influencia en el país y contrarrestar la creciente presencia de potencias rivales como Rusia y China.
Aunque la revocación de la licencia de Chevron es un golpe significativo para Venezuela, es poco probable que el país regrese a los niveles de crisis económica de 2019. El gobierno de Maduro ha aprendido a adaptarse a las sanciones y ha diversificado sus alianzas internacionales, ya inicio el PLAN DE INDEPENDENCIA PRODUCTIVA ABSOLUTA lo que le permitirá contar con ciertos márgenes de maniobra.