Dilema en la Casa Blanca: ¿Intereses económicos o ideología en la balanza por Chevron y Venezuela? 134a4c

En los últimos días, se produjo una aparente situación confusa en la Casa Blanca, en relación con la licencia petrolera de Chevron y un supuesto intercambio de personas entre Washington y Caracas. Previo a lo señalado, unos activistas políticos de oposición al gobierno venezolano, salieron de la sede de la embajada de Argentina, para ir a Estados Unidos. En los días siguientes, se produjo un intercambio entre una niña venezolana que estaba en Miami y un militar norteamericano que estaba preso en Caracas.

En medio de ese intercambio, el enviado especial del presidente de Estados Unidos, Richard Grenell, anunció que la petrolera Chevron, recibiría una extensión de 60 días de la licencia de la OFAC para mantener operaciones en Venezuela. Horas más tarde, el propio secretario de Estado, Marco Rubio, junto a un grupo de congresistas cubanos, exigieron al Presidente que cumpliera su palabra de revocar dicha licencia, además condicionaron el voto para aprobar una ley fiscal y migratoria.

Economía versus ideología

¿Qué pasa en el gabinete de Trump? ¿Están enfrentados Rubio y Grenell? ¿Es una táctica coordinada o una fricción genuina?

Si en principio fuese así, se podría decir que hay un choque entre los dos grupos. El primero apela al interés económico de Estados Unidos, para mantener el nexo petrolero con Venezuela. El segundo se rige por asuntos ideológicos, al querer enfrentar al gobierno venezolano, siendo políticos de origen cubano que han enfrentado al castrismo y que señalan de nexos con el actual gobierno de Cuba.

Ese es un primer aspecto a tener presente sobre las motivaciones de un supuesto enfrentamiento entre ambos grupos. Que, finalmente, tendría una resolución inclinada hacia el lado económico debido a las circunstancias de déficit presupuestario y de lucha contra la inflación en Estados Unidos. En cambio, se requiere un alto flujo petrolero en todo el mundo para que el precio del petróleo se mantenga bajo, para que, al menos por la vía de la energía, la inflación no contribuya a más problemas presupuestarios.

En las últimas semanas, los bonos del Tesoro de Estados Unidos se hunden en su valor y los intereses aumentan. La semana pasada hubo una colocación de 16 mil millones de dólares de deuda a 30 años, a una tasa de 5,01 %. Superando la tasa de referencia de la FED, que se ubica en 4,50 %. Esto envía un mensaje claro: los inversores tienen expectativas de alta inflación en Estados Unidos en el largo plazo, así que exigen más retornos. Lo económico, al final, subyugaría a lo ideológico, porque un alto flujo petrolero, garantiza precios bajos de la energía.

Halcones y palomas

Pero Grenell y Rubio siguen allí, junto a Trump. Uno negocia con Caracas y el otro le hace presión a Caracas. Son dos brazos del mismo Trump, uno "halcón" y otro "paloma".

La situación económica obliga a Trump a tener activo el flujo petrolero en todo el mundo, incluyendo Venezuela, y más aún cuando hay amenazas geopolíticas, de que China tome control de las operaciones que Chevron abandonaría. Eso es lo que Grenell explica en Caracas. Pero Trump no quiere que se diga que, debido a la situación económica, Washington requiere de ese trato con Caracas. Entonces allí entra en el juego Rubio, que no solamente hace del duro, sino que además hace control de daños con los electores de Florida, al enviar ese mensaje.

Una activista política, Laura Loomer, tiene semanas explicando en la red social X, sobre lo que ocurriría si Chevron abandona sus operaciones en Venezuela. Dice que China tomará el control, y esgrime estos argumentos contra los "halcones", mostrándose como una punta de lanza de los MAGA. Su accionar tiene todas las características de un plan de relaciones públicas, que el lado de las "palomas" necesita justificar, si no hay más remedio que extender las licencias petroleras. Al momento de este artículo, no hay noticias sobre una nueva licencia, salvo informaciones de Reuters de que se daría una nueva licencia para que Chevron se quede en Venezuela con operaciones mínimas de mantenimiento.

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