El planeta entero atraviesa hoy por circunstancias muy peligrosas y si no estoy equivocado, la última vez que miré, Venezuela no está en otra galaxia ni es una remota isla desconectada de todo, así que los tremendos cambios geopolíticos que se suceden de forma vertiginosa en el mundo que nos ha tocado vivir, sin duda afectan directa o indirectamente a nuestra Nación. 5nu2v
Dicho esto, me atreveré, con la poca humildad que me queda, a dar una opinión, empírica por supuesto, de la situación política, económica y social que estamos atravesando.
El Gobierno del Estado Venezolano, que sigue siendo un Estado burgués liberal en pleno proceso de cambio, está en manos de un mega partido (PSUV) y un conglomerado de otras fuerzas definidas como Chavistas y que incluyen, si no estoy errado, a unas 9 o tal vez más fuerzas políticas unidas en el gran polo patriótico Simón Bolívar. Este bloque sigue siendo una maquinaria electoral diversa, pero bien aceitada y muy organizada, que aún conserva, para bien o para mal, como principal motivación el mantenerse en el poder, a pesar del constante llamado del Presidente Maduro y otros altos líderes del Chavismo para convertir esa maquinaria, en un factor de cambio radical en la forma de hacer política, que ayude en la construcción del nuevo Estado Comunal. Sin embargo, muchos en el PSUV y el GPP, incluyendo a algunas de las nuevas caras, a las que de forma muy acertada, las direcciones de estos partidos han ido posicionando en sitios claves, siguen todavía sin abandonar el bagaje cultural aburguesado que todavía contamina nuestros liceos y universidades. Por supuesto no me estoy refiriendo a jefas o jefes de calle, ni a los voceros de Consejos Comunales y Comunas, aunque lamentablemente, en algunos casos, muchos caen víctimas de la tradicional viveza criolla y siguiendo el ejemplo de los políticos tradicionales, tratan de utilizar sus posiciones para beneficiarse ellos y sus familiares o amigos cercanos.
Pero a pesar de esto, nunca debemos olvidar, que el Chavismo ha estado bajo ataque desde antes de asumir el poder y ha sufrido golpes de estado, intentos de magnicidio, guerra económica y mediática y se le han aplicado todos los manuales de desestabilización habidos y por haber.
El panorama en el otro lado del espectro político es mucho peor. La oposición está más fragmentada y confundida que nunca, sin un proyecto de país concreto que le ofrezca a sus seguidores verdaderas soluciones a los problemas a los que la Nación venezolana se enfrenta, y ni hablar de resolver los problemas diarios que tienen que enfrentar aquellos que no gozan de los privilegios de los políticos de oficio, oligarcas, ricos de cuna y demás especies de la alta sociedad y clase media alta. Para colmo, aunque con algunas excepciones, siguen presentando a personajes ya gastados o totalmente desprestigiados. Muy pocos en esas oposiciones se atreven a declararse anti imperialistas.
Aclaro que he visto en algunos partidos, jóvenes bien preparados, de muy buena presencia, en especial féminas muy bonitas con discursos interesantes pero siempre anclados en viejas políticas que no toman en cuenta la compleja situación internacional y lo mucho que está afecta al país. Además casi todos siguen con el cuento de la "alternatividad", aquel viejo "quítate tu pa ponerme yo" que tanto daño le ha hecho a Venezuela y a Occidente en general.
Regresemos al comienzo del escrito.
El mundo está manifestando cambios acelerados y peligrosos. Un imperio que se derrumba y amenaza en su caída arrastrarnos a todos con el y un nuevo mundo que lucha por organizarse y crecer, a pesar de las diferencias y los obstáculos inevitables a los que se tiene que enfrentar un proyecto tan complicado como la construcción de un mundo pluricultural y multinodal, en un planeta, o debo decir una madre tierra, que hoy se revela contra el sistema de explotación y desarrollo infinito implantado por el capitalismo imperialista durante cerca de cinco siglos.
Venezuela se encuentra en el centro de esta confrontación, amenazada y atacada sin piedad por el imperio decadente y por muchos Venezolanos que todavía creen que Los Estados Unidos son los buenos de la película.
Como es normal, el imperio contraataca, Brasil, junto con India los dos eslabones más débiles del BRICS se encuentran en una situación difícil, sobretodo Lula quien tiene que enfrentar a unos oligarcas locales dueños del poder económico y totalmente pro yankees.
Argentina, en manos de un títere desquiciado, manejado por una mafia libertaria que está desmantelando y entregando el país a los poderes fácticos occidentales del sionismo anglosajón, instalando el mismo programa económico neoliberal implantado a sangre, fuego y muerte por la dictadura criminal de Videla y sus secuaces, pero disfrazado de viva la libertad carajo!
Colombia y Ecuador totalmente en manos del narcotráfico y de organizaciones criminales como la CIA y la DEA
Bolivia viene siendo implosionada por las mismas fuerzas que trajeron al Evo al poder y que hoy, enseñoreados y manipulados por el imperialismo, quieren acabar con el Estado plurinacional y con el sueño del pueblo Boliviano.
Del travestismo politico de Chile y de la rancia derecha extrema Paraguaya mejor ni hablar.
Perú más de lo mismo.
Toda esta desestabilización, política, social y económica que viene afectando nuestro continente es, bien lo sabemos, promovida desde el Norte a pesar, o quizás debido a que hoy en día China es uno, sino el principal, socio comercial de todas estas naciones.
Y de toda NuestrAmerica, Venezuela es la unica que enfrenta más de 1000 sanciones, está excluida del sistema SWIFT y para colmo el gobierno imperial nos declara una amenaza inusual y extraordinaria, algo de lo que deberíamos sentirnos orgullosos, porque demuestra que estamos tratando de construir algo diferente a ese sistema amañado y corrupto imperante en el Norte global y tienen terror de que podamos triunfar en el intento.
Con todo esto no quiero excusar los errores cometidos por el gobierno Chavista, ni la corrupción, ni el nepotismo, ni la terrible burocracia. Ni puedo aceptar los automóviles de lujo, la casi imparable matraca y el maltrato de algunos funcionarios en casi todos los niveles del Estado y el inevitable enseñorearse de muchos de los que acceden a un cargo político. Pero entiendo que estos son los monstruos que nacen en esta noche oscura donde "lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no termina de nacer".
En este interim, tanto en NuestrAmerica como en el resto del mundo moderno, las élites dueñas de los grandes capitales y el poder financiero tratan de mantener sus privilegios de la forma que sea, para ellos no existe la solidaridad, ni la empatía con el pueblo y aunque se las den de filántropos o nacionalistas siempre, tarde o temprano, sacan a relucir sus garras y colmillos.
Por lo tanto, y entendiendo perfectamente que, para sobrevivir en un mundo tan convulsionado y a sabiendas que el imperio no va a cesar en sus ataques, los que gobiernan nuestra Nación tienen que obligatoriamente pactar o llegar a acuerdos con estos oligarcas, -los viejos y los nuevos-. Se me hace entonces necesario advertir que negociar con esta gente es siempre tomar un inmenso riesgo.
Sabemos bien que los cambios necesarios no se darán de la noche a la mañana, pero si los de abajo siguen pasando roncha mientras los de arriba siguen haciéndose cada vez más ricos y pavoneando sin ninguna vergüenza sus fortunas, si se llegan a tomar medidas que vayan en contra de la soberanía de la Nación y del bienestar de los de abajo y que solo beneficien a pequeños grupos de poder, corremos el peligro de perder nuestra Revolución. Nos guste o no, ya no hay marcha atrás, COMUNA O NADA!