Esta aseveración no es mía pero me parece tan genial que la uso prestada para el título de este texto. 6n387

Fue dicha por la profesora Alexandra Mulino, en una conferencia del pasado viernes titulada "Simón Bolivar en la mirada de Unamuno", en el Centro Simón Bolívar (1)

Maravillosa conferencia en verdad. Como ando en una nota de Simón Bolívar luego de la propuesta que gentilmente José Sant Roz tuvo a bien hacer pública acerca de sugerir se programe un concurso televisado y por las redes, que anime y estimule a nuestros jóvenes venezolanos a conocer mejor a nuestro Libertador y, así, entender la revolución bolivariana (2).

El título del tema histórico/sociológico hasta filosófico me pareció interesante, atractivo como en cambio me pareció aburrido detenerme en el programa Desde Donde Sea, de La Iguana Tv, que en esta oportunidad entrevistó nuevamente al fiscal general de la república, Tarek William Saab, hablando ahora de su obra literaria, de su condición de poeta antes de ser Fiscal y ocupar otros cargos en el gobierno (3).

Claro, es la moda desde hace unos pocos años cuando la Feria Internacional del Libro en Venezuela se volvió casi que chavista (sería bueno hacer un estudio). La he visitado con entusiasmo desde el dos mil veinte y uno encontrando muy buenas obras de nuestros escritores venezolanos. En ese momento ofrecían una pequeña compilación de poemas de Tarek Saab pero antiguos, escritos muchos años atrás. Pero ya el poeta, como lo llaman, desenterró esa alma de escritor y este año escribió ¡siete! libros que seguramente serán presentados en la próxima edición de este evento.

Apreciados lectores, yo me pregunto, siempre inocentemente: cómo hace el Fiscal General de la República, dónde consigue el tiempo para dar luz verde a su creatividad, entre tantas detenciones, investigaciones y búsquedas en este último años, entre el destape gigantesco de narcotráfico en el Zulia de gran envergadura, terroristas que intentan tumbar el gobierno, venezolanos secuestrados en el Salvador por una orden que es pura miseria humana, y además conspiradores perennes (como el reciente tequeño crudo detenido) que ameritan investigación y seguimiento estrecho. Además de presentar sus logros cada cierto tiempo, dando sendas conferencias de prensa.

Eso sí, quedé estupefacta pues vestía el fiscal con una franela negra (siempre su color preferido) manga corta y observé sus biceps, brazos y antebrazos, ¡fuertemente desarrollados y tatuados! Con toda seguridad tiene un gimnasio personal en el edificio de Parque Carabobo, al cual he asistido muchas veces y sin ninguna suerte.

Volviendo a la conferencia magistral impartida por una apasionada, preparada y agradable profesora Mulino, socióloga con magister en filosofía y un doctorado ni más ni menos que en la universidad de Salamanca, de la "madre" España.

Esto de la madre tiene mucho que ver en el desarrollo de su conferencia en la cual expuso las diferencias entre nuestros historiadores como José Gil Fortoul (por cierto, le compré a esa familia un piano Steinway para mi hijo hace muchos años), Lisandro Alvarado, Pedro Emilio Coll, Rufino Blanco Fombona y otros que ahora no recuerdo.

Sin ser historiadora, pero gustándome mucho esta disciplina, entendí de estos nuestros intelectuales venezolanos interpelados (de los cuales están llenas las calles de Santa Mónica con sus nombres, aquí en Caracas) eran iradores de Miguel de Unamuno, el importante filósofo y escritor español que fue varias veces rector de la Universidad de Salamanca.

La profesora Mulino realizó una exhaustiva investigación -según ella no ha terminado- sobre la correspondencia de Miguel de Unamuno y estos escritores venezolanos, que duró unos treinta años.

El interés de Unamuno por Simón Bolívar devino, al parecer, cuando José Gil Fortoul señaló en uno de sus escritos la ascendencia vizcaína del Libertador. Al igual que Unamuno nacido en Bilbao.

El famoso escritor español pidió, rogó, a Pedro Emilio Coll en marzo de 1903 que le consiguiera la manera de obtener toda la documentación que fuese posible sobre Simón Bolívar con Cipriano Castro, porque deseaba intensamente profundizar en este personaje al cual quería honrar como un gran prócer con alma de hispano, desde una perspectiva claramente eurocéntrica.

Entre nuestros escritores surgen diferencias en tal sentido ¿el Libertador era más español que mestizo, y de ahí su grandeza? Mientras Gil Fortoul y Lisandro Alvarado rompen y quiebran esa supuesta alma hispana, en principio apoyada en características congénitas. Luego, sucesivamente al ser imposible ignorar el mestizaje, se hace uso del término sangre spiritual, llamada así a la lengua hispana, para Unamuno seguir insistiendo sobre el alma hispana del Libertador. Mientras que Pedro Emilio Coll preguntaba incesantemente: ¿y nuestra alma nacional? ¿Dónde está? Según Miguel de Unamuno, la península española permanecía unida con la América conquistada, por vía de esa sangre espiritual: la lengua.

Otros historiadores, -entendí como uno de los más emblemáticos al respecto- como Rufino Blanco Fombona, se deleitaban asegurando que Simón Bolívar fue lo que es, arrojado, capaz, voluntarioso, en fin héroe, porque era sin lugar a duda de raza superior caucásica española. En cambio, Gil Fortoul señalaba que la raza mestiza, aquella sangre mixta con sangre de indios, gotas de africanos y europea principalmente de España, es la que en definitiva re-escribe la historia.

A pesar de esta postura derivada del pensamiento neocolonialista de Rufino Blanco Fombona, la profesora señala que este escritor era nacionalista y profundamente antimperialista , aunque no temía la pérdida de la venezolanidad con la intromisión de los estadounidenses, sino la pérdida de lo que los venezolanos eran hasta ese momento: descendientes de una raza superior teniendo al Libertador como máximo ejemplo de arquetipo ibérico.

Además de este pensamiento de Rufino Blanco Fombona que, seguramente y con toda razón, Ramón Grosfoguel definiría colonial, la profesora Mulino enriquece tal concepción del escritor contándonos sus intimidades: mientras Blanco Fombona estaba casado con una europea de ojos azules verdosos, mitad española y mitad sa, no por eso renunció a tener su novia muy criolla, de apellido Casanova, proveniente de una familia pudiente de Aragua, quien terminó suicidándose por vía del traicionero Rufino.

De ahí la frase pronunciada por la profesora Alexandra Mulino: Se habrán dado cuenta que "no me complace el personaje".

Por cierto, conseguí entre tantos libros, uno de Ramón Díaz Sánchez que se llama Bolívar el caraqueño, que me dispongo a leer en los próximos días. ¡No sólo venezolano, sino caraqueño!

No puedo extenderme más pues debería en verdad escuchar la conferencia de la profesora Mulino como una clase, tomando apuntes y buscando bibliografía. Para entender todas las sutilezas, frases específicas, y las contradicciones manifiestas entre esa intelectualidad venezolana de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Pero la recomiendo para todos y todas que por supuesto, le interese el exquisito tema de Simón Bolívar y su venezolanidad. Dictado por una conocedora digna del tema.

No debo terminar este texto sin la extraordinaria conclusión de la profesora Mulino la cual asegura, que no solo fueron los adecos, especialmente Rómulo Betancourt quien le escribió a Unamuno desde Santo Domingo -a quien llamaba "abuelo" – para pedirle que no tuviese más alguna correspondencia con nuestros historiadores intelectuales de esa época, y la conferencista lo denuncia enfática y públicamente.

La profesora Mulino enfatiza también, con toda claridad, en un sentido de ruptura con aquellos españoles que pretenden todavía formamos parte de ellos, que:

¡somos nuestros americanos, somos bolivarianos, no tenemos ninguna alma hispana!

La conferencista remata asegurando lo siguiente: el que verdaderamente entendió el concepto de venezolanidad fue Hugo Chávez porque andaba de pueblo en pueblo, de barrio en barrio, hablando y conociendo a la gente, viendo sus rostros, con su lenguaje, sus historias, sus tendencias, sus rasgos psicológicos. Él, Chávez, verdaderamente entendió la venezolanidad.

Por eso, añado yo, sintió como propias las palabras de Augusto Mijares cuando escribió en su libro Lo afirmativo Venezolano que sentía la patria hasta en sus vísceras. Dejándonos esa lección en su última aparición en público.

Comulgo con la profesora Mulino y con todos aquellos historiadores que defienden el mestizaje de los venezolanos, incluso el de Simón Bolívar, como verdadero impulso de nuestra grandeza. Me horroriza escuchar y ver a muchos comunicadores españoles que aparecen por you tube, como el coronel Pedro Baños, y Santiago Armesilla, que aspiran a que España recupere su glorioso pasado uniéndose a Nuestra América con la excusa de la lengua hispana y la que ellos llaman iberofonía. Hay que estar alertas y luchar contra esa pretensión.

Con la diferencia, al menos en el caso de Armesilla, que éste repudia a nuestro Libertador y lo culpa de que España perdió el becerro de oro en las Américas.

Los españoles que quieran venir a la región solo de turismo, con respeto y iración por nuestros valiosos países y próceres. Como siempre les escribo en el chat: cuando salgan de la monarquía podremos conversar.

Posdata: desanima que una conferencia tan importante, significativa para nosotros los venezolanos, no tenga más público que, hasta hoy que vuelvo a revisar el video de fecha treinta de mayo pasado, de trescientos s.

Apreciados lectores: sirva esta entrega para animarlos a revisar el especial contenido de la conferencia "Simón Bolívar en la mirada de Unamuno".

1. https://www.youtube.com/live/XsNYJLoYyeM?si=zemJLoRZa5020Bxc

2. https://www.ensartaos.com.ve/mensaje-de-nuestra-querida-flavia-a-mario-y-a-este-apaleado-pero-nunca-derrotado-servidor/

3. https://youtu.be/M5yMz5dy55M?si=1fEJTCQYppC5-bz7